Como cada noviembre, se celebra en el Espacio Cultural Nuestros Hijos (ECuNHi) el Festival de les Chiques María Elena Walsh (MEW) con una 13º edición especial. El encuentro tendrá lugar este sábado desde las 15, bajo los árboles del predio de la casa cultural y educativa de las Madres de Plaza de Mayo, ubicada en la ex Esma (Av. del Libertador 8151). La entrada es libre y con contribución sugerida consciente, pero no excluyente. Y las actividades no se suspenden por lluvia.

Por primera vez, este año el festival tuvo una impronta itinerante y viajó a la Ciudad de La Plata en septiembre, con sede en la Biblioteca Popular Del otro lado del árbol. Pero, tal como se anticipara en aquella ocasión, el MEW vuelve al ECuNHi, el lugar donde nació, para recordar a la cantautora y poeta que sigue interpelando a las nuevas generaciones con su obra.

Y será, como siempre, otra jornada intensa, con espacios lúdicos, talleres, feria de libros y artesanías, y reconocidas propuestas artísticas para las infancias. En este marco, se presentarán Hacelo sonar, Anda Calabaza, Hugo Figueras, Dúo Karma y, claro, Los Cazurros, que en cada edición se ponen al frente de la conducción del evento. Además, la narración oral llegará con la presentación de VerdeVioleta Cuentos, y las artes escénicas también tendrán su momento con la intervención de Las Sobrinas de María Elena, obra de la Compañía Entramadas, integrada por Valeria Fernández, Julieta Fassone, Julieta Cazabat y la directora y dramaturga Andrea Ojeda.

Las Sobrinas de María Elena, obra de la Compañía Entramadas

Para completar la agenda, se sumarán también les Susurrantes Solidaries, la producción especial del ECuNHi Tamborcitos de Gulubú, homenaje a María Elena por Los Tamborcitos del ECuNHi, dirigidos por Luciano Molina, y con Lula Parodi como artista invitada, y la inauguración del Bosque de tambores, constelación de objetos escultóricos sonoros para la conjugación de ritmos y melodías, realizada por Fernando Rigone con madera de descarte, proveniente de árboles caídos de distintos parques y calles. La obra contó con el apoyo del programa “Leña solidaria”, del Ministerio de Desarrollo Agrario (Pcia. de Buenos Aires), la colaboración de trabajadores del Parque Pereyra Iraola (La Plata) y la Biblioteca Del otro lado del árbol.

El músico Hugo Figueras participará del festival

“Todo el festival será una fiesta memorable”, anticipan Xóchitl Galán y Fito Hernández, integrantes del grupo cubano Dúo Karma. Y el músico Hugo Figueras aporta: “Es una alegría participar de este festival junto a colegas y amigos para honrar la memoria de María Elena, porque ella es un faro que nos guía a unos cuantos”. Y es que “el María Elena”, como suelen llamar al festival sus hacedores, es además de una celebración colectiva una excusa de encuentro entre algunos de los máximos referentes del arte para las infancias. “Será una fiesta de abrazo colectivo muy necesario en estos tiempos”, subraya al respecto María Estanciero, quien integra el grupo Anda Calabaza junto con Matías Pozo, Tomás Rodríguez y Trinidad Padilla. En la misma línea, Andrea Ojeda de la Compañía Entramadas señala: “Hoy es muy importante poder encontrarnos en un espacio como el ECuNHi”.

Dúo Karma, integrado por Fito Hernández y Xóchitl Galán.

¿Qué expectativas tienen para esta 13º edición?

Hugo Figueras: -Es una situación especial la que vivimos en estos días, y en ese marco espero poder sumar un granito de arena en la construcción de un sentido común más amplio, que aporte valores más humanos. Y espero también aportar, como en este caso particular, a la memoria colectiva, cantando a una de nuestras referentes más importantes como es María Elena Walsh, reforzando y construyendo nuestra identidad y nuestra soberanía cultural.

Xóchitl Galán: -El festival siempre ha sido una celebración luminosa y potente por todo lo que allí se conjuga. Por un lado, la resonancia de belleza y profundidad que tiene la obra trascendental de María Elena Walsh y, por otro, la increíble transformación que ha tenido la ex Esma, escenario de los más horrendos capítulos de la historia argentina, hoy convertida en un espacio pleno de cultura y que tantos queremos. Y, por si fuera poco, esto se completa con la hermosura y la calidad de un público que año tras año colma de amor el festival. Este año en especial el María Elena será un necesario abrazo infinito y apretado.

Andrea Ojeda: -Es la primera vez que participamos en el festival. Así que estamos muy entusiasmadas con que nos hayan convocado para poder compartir durante todo el encuentro las distintas visiones que inspiró su obra.

María Estanciero: -Esperamos poder compartir junto a las infancias y sus familias un día de encuentro y disfrute. María Elena Walsh es una artista enorme que con sus canciones logra tejer un puente entre las diversas generaciones, y estar en un festival que la homenajea junto al ECuNHi es de un orgullo inmenso.

¿Qué pueden anticipar acerca de su participación?

H. F.: -En el anterior festival, que se hizo en La Plata hace algunos meses, canté la “Canción del Jardinero”, pero esta vez, y con cierto pesar, cantaré la de “En el País de Nomeacuerdo”, además de algunas de mis canciones. También, como ya es costumbre cada vez que tengo el privilegio de tocar en el ECuNHi, me acompañarán en un par de temas los Tamborcitos del ECuNHi.

X. G.: – Compartiremos con el público algunas canciones de las más recientes del dúo, que serán parte del nuevo disco que está en proceso de grabación, y también algunas de las más conocidas.

A. O.: – Vamos a estar presentando con mucho entusiasmo Las Sobrinas de María Elena. Somos tres actrices en escena que interpretamos a las sobrinas de María Elena Walsh, mujeres apasionadas por la vida y obra de su tía. La invitación es a sumergirnos en el disparatado mundo de María Elena, y a reencontrarnos con esa voz que escuchamos en la infancia y que nos invita a jugar con sus rimas que hacen cosquillas en la lengua y con sus canciones que despeinan.

M. E.: – Estamos muy felices de haber sido invitados y vamos a presentarnos con un show participativo que incluirá canciones de nuestro último disco Ya es después y juegos para compartir con toda la familia.

María Elena Walsh es una figura que sigue convocando a las nuevas generaciones. ¿A qué creen que responde esa vigencia?

H. F.: – Creo que tiene que ver con su inteligencia, sensibilidad, su capacidad de observar, de leer las conductas humanas y sociales, y su claridad artística para hacer con esos ingredientes obras con múltiples niveles de lectura, que no se agotan y que siempre están diciéndonos algo.

X. G.: – Su obra es extraordinaria, no entiende de fronteras ni de almanaques. María Elena Walsh fue, sin dudas, una minuciosa observadora del mundo y del ser humano. Siempre nos fascinó su imaginación exquisita y la fluidez y coherencia con las que hace reflexionar, reír y conmover en una misma canción. Toda su obra es inspiradora para quienes hacemos música para todas las edades.

A. O.: – Como creadora en su amplia obra para niños y niñas, nos legó una mirada poética adelantada a su época y que nos sigue movilizando. Como mujer creadora, denunció a través de su obra para adultos y adultas los abusos del sistema. Denunció la desigualdad en la que vivimos las mujeres como en su trabajo “Sepa Usted por qué es machista” y en poemas como “La feminista”. Y por eso creemos que la magnitud de su obra merece este tipo de encuentros para su difusión y permanencia.

M. E.: – La obra de Walsh está vigente por su vuelo lúdico y poético, su visión sobre el mundo y su imaginario infinito donde pueden convivir un elefante con un bombero, un perro salchicha con una gaviota o una plapla bailarina con un niño que aprende a escribir. Ese cruce entre personajes y paisajes de diversos mundos abre y expande el poder de la imaginación, y eso es algo que convoca y seguirá convocando a los niños y niñas de todas las épocas.

¿De qué manera influyó su obra en sus trabajos de artistas para infancias?

H. F.: – Admiro su poesía sobre todo, y cómo logra en pocas y simples palabras conmovernos, decir tanto, usar metáforas e imágenes tan hermosas. Eso hace que quiera también lograr eso como artista. Cada uno con sus formas, pero ella marca un norte a la hora de hacer lo propio.

X. G.: – Cuando éramos niños, allá en La Habana, tuvimos la inmensa fortuna de tener de banda sonora, además de otros cantores, a la inmensa María Elena Walsh. Era muy difundida en la tv y la radio y podemos asegurar que sus canciones fueron parte importante de nuestra niñez. Ella tiene una mirada hacia las infancias desde el respeto y la ternura. La permanente belleza en el lenguaje y en las imágenes que propone en todas sus canciones son las esencias de su obra que revisitamos una y otra vez e intentamos tener cerca de nuestra música. Poder ser parte de este homenaje es también agradecer el valioso legado que nos dejó para todos los tiempos.

A. O.: – Nuestra compañía Entramadas se inspiró en la obra silenciada de distintas creadoras. Es así como conocimos la obra feminista de María Elena Walsh y a partir de ahí nos apasionamos por su universo poético. De esa manera, y en diálogo con sus creaciones, pudimos concretar dos espectáculos, uno para adultxs y otro para infancias, que es el que presentaremos en esta edición.

M. E.: – Es una referente que admiramos y a la que siempre volvemos a la hora de repensarnos. Por su mirada profunda y sensible fue una revolucionaria poética y su música y literatura forman parte de nuestra memoria cultural. Hace poco estrenamos una versión de la “Canción del Pescador”, junto a Candelaria Zamar, y hace unos años la “Canción para bañar la luna”. Sus canciones e historias nos acompañan en los talleres, en las animaciones y en los shows porque tejen puentes generacionales, abren mundos y propician encuentros. Escucharla y leerla es como volver a casa, a nuestras propias infancias y a la de nuestras madres y abuelas. Que el arte nos acerque a lugares amorosos, alegres y sensibles es nuestra misión a la hora de generar propuestas para las infancias.

 

Verónica Parodi: Nunca más el silencio*

Pintando soles y flores para transformar el dolor, nos invitaron las Madres a construir esta casa de la cultura y la memoria, casi como exorcizando el dolor desde la energía vital y comprometida del arte. Y así, donde hubo muerte hoy hay vida, donde hubo odio hoy hay lazos amorosos que construyen día a día desde la literatura, la música y propuestas educativas. El encuentro colectivo para la reflexión y el intercambio son los motores de este espacio cultural. Así seguimos el legado de las Madres: “Nunca más el silencio en esos muros. Nunca más el olvido”.

El Festival María Elena trae a la familia entera a disfrutar, a cantar, a bailar, a compartir y a construir desde la ternura, apropiándose del espacio y haciéndolo suyo con mantitas en las calles arboladas del Espacio para la Memoria y los Derechos Humanos. El ECuNHi en este predio tiene nombre propio y es un símbolo fuerte a la hora de pensar en la resignificación de la ex Esma.

El arte transformador vino a librar una batalla profunda y derrumbó los muros del miedo y la infamia. Pero, sabemos, el camino es arduo y la lucha permanente. Como nos enseñó Hebe: “La lucha nunca es un rato”. Y debemos estar atentos y en alerta frente a la pretensión de aquellos que proponen retrocesos en la lucha por la memoria, la verdad y la justicia, y que buscan romper los pactos democráticos logrados.

Aquí estaremos para seguir contando y rindiendo homenaje a la lucha de las Madres. Ellas iluminaron este espacio que hoy brilla con su capacidad de mostrarnos el mundo de otro modo, desde el amor revolucionario, desde la apuesta por recuperar los sueños y la esperanza. Sin dudas, con cada festival como el María Elena, el objetivo de las Madres está siendo cumplido y la vida ha sido plantada.

Este sábado, como desde hace 13 años, estaremos cantando a María Elena Walsh, una artista que es parte de nuestra memoria cultural y que traspasó generaciones y fronteras. Siempre que escuchemos su música podremos encontrarnos en el mejor recuerdo de infancia. Como las Madres, ella fue una revolucionaria cuya obra poética musical marcó a las y los cantautores y trovadores dedicados a las infancias.

María Elena nos define, nos habla de nosotres, nos conmueve y nos encuentra. Cómo no amarla y cantarla a viva voz. Ella es el espejo en el que queremos mirarnos para seguir cuidando el tesoro mejor: mucho, mucho, mucho amor…

*Directora Socio-Educativa del ECuNHi.



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