El último Audi TT se produjo ayer en la planta húngara de Györ que lo vio nacer. Desde 1998 hasta hoy, se han sucedido tres generaciones del coupé alemán, con un total de 662.762 unidades fabricadas y vendidas. Una cifra que sin duda la define como una de las deportistas modernas más exitosas. Cuando el modelo original llegó al mercado en 1998, Audi aún no era la marca genial y exclusiva que conocemos hoy, pero su reputación estaba empezando a crecer y el TT hizo su contribución en el camino. A finales de los noventa era el deportivo más solicitado, con su estilo rompedor e inmediatamente reconocible, inspirado en el Auto Union de los años treinta. Las primeras conversaciones sobre el Audi TT se remontan al Salón del Automóvil de Frankfurt de 1995, cuando se reveló el primer prototipo firmado por el diseñador Freeman Thomas, que trabajaba en el centro de estilo dirigido por Peter Schreyer. El nombre TT, sin embargo, no tenía equivalente en una gama formada por números y letras, sino que hacía referencia al mítico Trofeo Turístico de la Isla de Man, donde NSU y DKW (dos de las cuatro marcas que dieron origen a Audi) lograron muchos Éxitos con la moto. Otra referencia fue el deportivo NSU TT de los años 60.

Hermosas líneas y mucha sustancia.

Con estas premisas, el Audi TT estuvo listo para la venta en 1998. El coche de producción fue muy fiel al prototipo y nació sobre la misma base técnica utilizada por el Audi A3 y el Volkswagen Golf. Después de apenas un año, en 1999, se presentó la variante descapotable denominada Roadster y supuso otro gran éxito. El Audi TT no sólo tenía unas bonitas líneas, sino también mucha sustancia: fue el primer coche de los cuatro aros con caja de cambios de doble embrague y la gama de motores incluía motores turbo de 4 cilindros con potencias de 150 a 225 CV, además de los V6 de 250 CV. Desde el principio se crearon varias series especiales, empezando por la primera, hoy muy buscada por los coleccionistas, que se llamó Audi TT quattro Sport y se produjo en sólo 1.168 ejemplares. Con su 1.8 Turbo de 240 CV, era más rápido que el modelo de seis cilindros y allanaba el camino para la segunda generación. De la primera generación se produjeron 178.765 TT Coupé, además de otros 90.733 TT Roadster construidos entre 1999 y 2006.

La evolución del TT

Este último año se lanzó el nuevo TT, seguido en 2007 por la versión abierta. La base técnica había evolucionado y cada vez había más aluminio para reducir peso, pero los equipos también empezaban a subir de nivel, como lo demostraban las suspensiones magnetorreológicas controladas electrónicamente. También se amplió la gama de motores, pensando tanto en los que recorrieron un largo camino -2.0 TDI de 170 CV- como en los que querían ir más rápido. A ellos se dedicaron las versiones de 272 HP S, 340 HP RS y 360 HP RS Plus. La evolución continuó con la tercera y última generación, que era incluso más ligera que la anterior (-50 kg) con sus 1.230 kg. También en este caso se utilizó tecnología innovadora, como instrumentos digitales y luces traseras OLED. Las prestaciones aumentaron aún más y el Audi TTS con el 2.0 TFSI alcanzó los 310 CV. El TT RS, en cambio, iba a molestar a ciertos superdeportivos, gracias a los 400 CV del motor turbo de gasolina de 5 cilindros.

LEA TAMBIÉN:

Audi RS 6, la historia de un coche pensado para la familia que va como un superdeportivo

Audi RS3 Sportback, el test de Mugello a todo gas



Fuente Traducida