La salida del CEO de Binance, Changpeng Zhao (CZ), de la plataforma que fundó y la declaración de culpabilidad de la compañía en un asombroso acuerdo de 4.300 millones de dólares con el Departamento de Justicia de los Estados Unidos han provocado conmociones en el mundo de las criptomonedas. Este hecho plantea una pregunta crucial: ¿es un presagio de fatalidad o una señal alcista para la industria?

En el cripto Twitter, donde abunda la especulación, es fácil perder de vista los problemas centrales. Profundicemos en lo que realmente significa este acuerdo, comenzando con la razón fundamental de la existencia de las criptomonedas.

Las criptomonedas nunca debieron ser definidas por figuras o plataformas centrales. La brillantez de Satoshi Nakamoto residió en la creación de un sistema descentralizado, que no dependiera de la prominencia o autoridad individual. Fiel al espíritu de las criptomonedas, este sistema se construyó sobre los pilares del anonimato y la descentralización, principios de los que CZ, a pesar de sus notables contribuciones, se alejó. Si bien no fue un malhechor como Sam Bankman-Fried (SBF), CZ tampoco fue un firme defensor de los valores fundamentales de las criptomonedas.

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La acción del Departamento de Justicia contra Binance es más que una medida punitiva. Representa una continuación de una narrativa. A raíz del escándalo de FTX y sus vínculos con SBF, la administración Biden parece haber adoptado una postura estricta hacia el sector criptográfico, a pesar de las donaciones de SBF a la campaña del presidente Biden. Sin embargo, las implicaciones del acuerdo con Binance trascienden la mera narración política.

La admisión de Binance de las acusaciones del Departamento de Justicia de operar como una empresa de servicios monetarios no registrada y de ignorar las normas contra el lavado de dinero es significativa, aunque estas afirmaciones siguen sin ser probadas en un tribunal de justicia. El Departamento de Justicia tiene un historial de presentar acusaciones infundadas de lavado de dinero contra usuarios comunes de criptomonedas por patrones de transacciones típicos de su uso habitual. Esta historia arroja una sombra sobre la legitimidad de las afirmaciones del Departamento de Justicia, especialmente dada la influencia que aparentemente ejerció para obligar a Binance y CZ a llegar a un acuerdo.

Sin embargo, en medio de estos acontecimientos polémicos, hay un lado positivo. La decisión del Departamento de Justicia de no cerrar Binance sugiere un reconocimiento de la legitimidad de la industria de las criptomonedas.

Todo este episodio también subraya la suma importancia de la descentralización en el ámbito de las criptomonedas. Los intercambios centralizados han surgido como vulnerabilidades en el ecosistema criptográfico, reforzando el dicho “ni tus claves, ni tus monedas”. Esta situación es un llamado de atención para girar hacia plataformas descentralizadas, donde el control y la propiedad permanecen firmemente en manos de los usuarios.

La lección fundamental aquí es el imperativo de construir descentralizado y mantener el anonimato entre los constructores iniciales a medida que el proyecto emerge hacia la descentralización, tal como fue el caso en los primeros días de Bitcoin.

La confianza en el dominio de las criptomonedas no debería depender del atractivo de líderes carismáticos o de las garantías de entidades centralizadas. Más bien, debería anclarse en la resiliencia y autonomía de la tecnología subyacente.

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Tanto CZ como el gobierno federal de Estados Unidos personifican estructuras de poder centralizadas, cada una con sus distintas deficiencias. Este acuerdo sirve para poner de relieve la necesidad de un cambio de paradigma en nuestro compromiso y percepción del panorama de las criptomonedas. Es una llamada de atención fundamental para que tanto los creadores como los usuarios de la comunidad criptográfica se adhieran firmemente a los principios básicos de la criptografía: descentralización y anonimato.

Lejos de ser simplemente un revés, este acuerdo bien podría actuar como el impulso necesario para que la industria de las criptomonedas se vuelva a alinear con su espíritu original. El futuro de las criptomonedas no debería estar dictado por unos pocos elegidos, sino que debería estar moldeado por una red descentralizada que refleje la visión de su enigmático creador, Satoshi Nakamoto.

Mientras navegamos por estas aguas turbulentas, es imperativo que no perdamos de vista los principios fundamentales que dieron origen a las criptomonedas. La visión de un sistema financiero descentralizado, anónimo y empoderado por los usuarios sigue siendo tan relevante y vital hoy como lo fue en los inicios de Bitcoin. El acuerdo de Binance, en toda su complejidad y controversia, sirve como un momento crucial: un recordatorio y una oportunidad para que la industria de la criptografía se recalibre y se comprometa nuevamente con estos ideales.

JW Verret es profesor asociado en la Facultad de Derecho Antonin Scalia de la Universidad George Mason. Es un contador criptoforense en ejercicio y también practica el derecho de valores en Lawrence Law LLC. Es miembro del Consejo Asesor de la Junta de Normas de Contabilidad Financiera y ex miembro del Comité Asesor de Inversores de la SEC. También dirige el Crypto Freedom Lab, un grupo de expertos que lucha por cambios de políticas para preservar la libertad y la privacidad de los desarrolladores y usuarios de criptomonedas.

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