En lugar de volver inmediatamente a hacer ejercicios de alta intensidad, llenar su calendario social o esforzarse al límite en el trabajo, por ejemplo, el Dr. Peifer recomienda priorizar las actividades restaurativas, siempre que sea posible. Eso podría consistir en darle una oportunidad a los ejercicios de atención plena, practicar algunos estiramientos suaves o, mi preferencia personal, acampar en el sofá (o la cama) y permitirse transmitir un programa tras otro durante una noche (o dos o tres).
Si tiene que trabajar cuando regresa a casa, también sugiere abandonar la visita un día antes (o tomarse un día libre) si es posible; de esa manera, tendrá algo de tiempo de inactividad antes de tener que volver al trabajo. Básicamente, el objetivo es “darle a tu cuerpo y a tu mente algo de espacio para procesar y restaurar”, dice.
Comienza a restablecer tus rutinas.
Los fines de semana festivos tienden a alterar las rutinas a las que estás acostumbrado, dice el Dr. Peifer. Cuando recibes a tus suegros o pasas tiempo con tus abuelos, por ejemplo, es probable que no sigas tu horario habitual de sueño y vigilia ni realices las actividades diarias (como preparar tu desayuno diario entre semana) que normalmente te mantienen tú en equilibrio. Cuando se altera este ritmo, su estado de ánimo y sus niveles de energía pueden verse afectados, explica.
Una vez que haya podido (con suerte) descansar un poco, el Dr. Peifer recomienda intentar, poco a poco, volver a sus rutinas. Comience con lo básico: siga su dieta habitual, cumpla con su hora habitual de acostarse, tome una agradable ducha o baño relajante. Esto agregará estructura a tu día, dice, lo que puede ayudarte a sentirte más tranquilo y con más control (quizás lo opuesto a cómo te sentías con tu familia). A continuación, puedes agregar comportamientos secundarios, como tus actividades sociales típicas, tu horario de ejercicio o tus hábitos de trabajo o estudio, agrega.
Según el Dr. Peifer (y investigación). En resumen, hacen que las tareas del día a día sean menos agotadoras, lo que puede resultar increíblemente útil cuando ya te sientes agotado por el desfase horario familiar.
Piense en los límites que quizás deba establecer para seguir adelante.
La temporada de reuniones familiares apenas está comenzando a acelerarse: después del Día de Acción de Gracias, tenemos las festividades de diciembre (como Navidad, Hanukkah y Kwanzaa) y luego el gran final: Año Nuevo. Si tiene más planes por delante, ahora es un buen momento para pensar en establecer límites, dice el Dr. Peifer.
Fuente Traducida desde Self.com