Fuertes combates estallaron en torno a un hospital del norte de la Franja de Gaza donde se refugian miles de pacientes y desplazados y donde un bombardeo israelí dejó al menos 12 muertos, mientras Israel redobla su ofensiva terrestre contra el grupo islamista palestino Hamas.
Los enfrentamientos alrededor del Hospital Indonesio llegan un día después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) evacuara a 31 bebés prematuros del Hospital Al Shifa de Ciudad de Gaza, 28 de los cuales fueron trasladados a Egipto.
Más de 300 personas, incluyendo personal médico y unos 250 pacientes en estado crítico con enfermedades terminales o graves heridas, permanecen atrapados en Al Shifa, el hospital más grande de la Franja, mientras la OMS prosigue sus esfuerzos para evacuarlos.
Los ataques a hospitales han marcado las últimas semanas de la ofensiva lanzada por el Ejército israelí en Gaza desde que milicianos de Hamas mataron a 1.200 personas y secuestraron a otras 240, incluyendo una veintena de argentinos, en Israel el 7 de octubre.`
Israel dice que Hamas, que controla Gaza, utiliza a civiles como escudos humanos y opera un importante centro de comando dentro y debajo del Hospital Al Shifa y una red de túneles debajo del Hospital Indonesio.
Los críticos de Israel dicen que su asedio de Gaza y sus continuos bombardeos equivalen a un castigo colectivo de los 2,3 millones de palestinos del territorio, donde los ataques israelíes ya han dejado 13.000 muertos, incluyendo unos 5.000 niños, según el Ministerio de Salud local.
El vocero del ministerio, Ashraf al-Qidreh dijo que al menos “12 pacientes y allegados” murieron y “decenas fueron heridos” en un bombardeo israelí contra el Hospital Indonesio, situado en las afueras del campo de refugiados de Jabaliya.
El portavoz dijo que en el hospital hay unos 700 pacientes y miembros del personal sanitario y unos 2.000 desplazados, y afirmó que temía que sucediera “lo mismo que en Al Shifa”.
El director general del Ministerio de Salud, Munir al Bursh, dijo que tanques israelíes estaban operando a menos de 200 metros del Hospital Indonesio y que se podían ver francotiradores israelíes en los techos de los edificios cercanos.
“No se ha podido retirar o contar a los muertos por los ataques de Israel”, dijo Al Bursh, y agregó que varios edificios del complejo quedaron “destruidos”.
“Muchos intentaron abandonar el hospital y fueron atacados”, lamentó, antes de indicar que “más de 100 pacientes necesitan cirugías urgentes, con un personal médico limitado”, informó la agencia de noticias Europa Press.
El domingo, el Ejército israelí indicó que llevaría los combates a “nuevos barrios de la Franja de Gaza”.
Las fuerzas israelíes lanzaron una operación la semana pasada contra el Hospital Al Shifa, que el jefe de la OMS describió como una “zona de muerte”.
Cientos de personas huyeron durante el fin de semana del complejo, alrededor del cual se escuchaban fuertes explosiones.
La OMS dijo que 31 bebés prematuros habían sido evacuados del hospital, y la prensa estatal de Egipto dijo que habían llegado al país.
La Cruz Roja informó que había transportado a 28 de ellos a Egipto desde la sureña ciudad gazatí de Rafah. No quedó claro dónde estaban los otros tres bebés.
El domingo, el ejército israelí difundió videos de dos rehenes de Nepal y Tailandia siendo llevados al hospital, uno arrastrado en la entrada por cinco hombres y otro herido en una camilla y ropa interior.
“Todavía no localizamos a estos dos rehenes”, declaró a la prensa el portavoz militar Daniel Hagari.
Israel también acusó a Hamas de haber ejecutar a una soldado israelí a la que mantenía de rehén y presentó imágenes que afirmó que mostraban un túnel de 55 metros bajo el hospital.
El jefe de cirugía del Al Shifa dijo a AFP que tropas israelíes seguían en el hospital, rodeado de tanques. Otros doctores afirmaron que los militares iban de edificio en edificio detonando explosivos en las plantas bajas y sótanos en busca de túneles de Hamas.
Rechazo israelí al alto de fuego
Israel juró “aniquilar” al movimiento islamista y rechaza llamados a un alto el fuego hasta que los rehenes sean liberados, una cuestión que es objeto de negociaciones.
Qatar, que media entre Israel y Hamas, aseguró que las discusiones para liberar a algunos rehenes progresaban y solo se enfrentan a obstáculos “menores”, aunque no se precisaron detalles ni plazos.
El primer ministro de Qatar, Mohamed bin Abdelrahman Al Thani, afirmó que el acuerdo para que los rehenes regresen “a salvo a sus casas” a cambio de un alto el fuego israelí en Gaza estaba “lo suficientemente cerca”.
Entre los secuestrados hay israelíes y extranjeros, incluidos niños, adolescente y personas mayores.
Joe Finer, adjunto al consejero para la seguridad nacional estadounidense, declaró a la cadena NBC que el acuerdo está “más cerca que nunca”, pero advirtió que “nada está acordado hasta que todo está acordado”.
El sábado pasado, el Ministerio de Salud de Gaza dijo que más de 80 personas murieron en dos bombardeos israelíes en Jabaliya, uno de ellos contra una escuela que servía como refugio para los desplazados.
Videos publicados en redes sociales y verificados mostraban cadáveres cubiertos en sangre y polvo sobre el suelo de un edificio en el que había colchones colocados bajo mesas de escuela.
El Ejército israelí dijo que se estaba examinando “un incidente en la región de Jabaliya”, sin mencionar el ataque.
Condena internacional
La violencia en Jabaliya provocó la condena de gobiernos extranjeros, especialmente árabes.
Los cancilleres de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Egipto, Arabia Saudita, Jordania e Indonesia conversaron sobre la escalada con su homólogo chino, Wang Yi.
Wang declaró que la comunidad internacional debe “actuar urgentemente” para frenar el “desastre humanitario” en Gaza.
“La situación en Gaza afecta a todos los países del mundo, pone en tela de juicio el sentido humano de lo correcto y lo equivocado y los límites de la humanidad”, añadió.
Según la ONU, más de 1,7 millones de palestinos, las dos terceras partes de la población de Gaza, tuvieron que abandonar sus hogares por los combates y bombardeos.
El estrecho territorio está sometido desde el 9 de octubre a un “asedio total” por parte de Israel, que bloquea el suministro de alimentos, agua, electricidad y medicinas.
Tras seis semanas de guerra, Israel se enfrenta a una gran presión internacional para justificar los miles de muertos.
La ONG Amnistía Internacional (AI) exigió investigar como posibles “crímenes de guerra” dos bombardeos israelíes en Gaza en los que murieron 46 civiles, 20 de los cuales eran menores.
Los ataques israelíes de los pasados 19 y 20 de octubre alcanzaron la iglesia ortodoxa griega de San Porfirio, en la que se refugiaban hasta 450 desplazados cristianos en Ciudad de Gaza, y una vivienda en un campo de refugiados de Nuseirat, en el centro del enclave palestino.
Entre los muertos por estos dos bombardeos, que constituyen “ataques indiscriminados o ataques directos contra civiles”, se encuentra un bebé de tres meses como la víctima más joven y una mujer de 80 años, dijo la ONG.
Al menos 18 civiles murieron en el ataque a la iglesia y 28 en el de Nuserirat, dijo AI.