El español Carlos Sainz sufrió un inusual accidente con su Ferrari al pasar por encima de una tapa de alcantarilla mal sellada en el circuito de Las Vegas, donde su compañero de escudería, el monegasco Charles Leclerc, consiguió el mejor tiempo de la segunda tanda de ensayos con vistas al Gran Premio de Fórmula 1 del domingo próximo
Sainz protagonizó un hecho insólito cuando transcurrían ocho minutos de la primera tanda libre sobre las calles de la ciudad de Nevada y el aro de hormigón que rodeaba una rejilla dañó severamente su auto al punto de no dejarlo seguir. El piloto salió ileso pero su monoplaza debió ser remolcada hasta boxes.
De inmediato, la sesión fue suspendida y el personal de la carrera debió arreglar la irregularidad en el trazado y chequear el resto de las tapas a lo largo de los 6,2 kilómetros de su recorrido. El auto de Sainz, con daños en el chasis y la unidad de potencia, requirió varias reparaciones, entre ellas, el cambio de batería, la cual excedía el límite de lo permitido por temporada y le valió una penalización de diez lugares en la parrilla de salida.
Ferrari pidió una excepción por tratarse de un arreglo motivado por razones ajenas al equipo, pero los comisarios de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) lo denegaron. Para colmo, los arreglos motivaron que la jornada se retrasara y terminara de madrugada, sin público además.
“He visto mejores pistas en mi vida. Ya lo dije ayer. No hay nada nuevo que haya descubierto o lo que sea, pero seguimos adelante con ello”, sostuvo el neerlandés Max Verstappen, que ya se había quejado del show que rodeaba al Gran Premio de Las Vegas. “Es un circuito que no es fácil, se veía mucho más fácil en el simulador. El agarre es muy bajo, las temperaturas bajas, fácil cometer errores”, se lamentó su compañero, el mexicano Checo Pérez.