Rosario/12

La fiscal del caso que investiga el asesinato, cometido el martes por la noche, del policía que custodiaba la guardia del Hospital Provincial piensa que el grupo de cuatro delincuentes que participó del hecho intentaba rescatar a Gabriel Lencina, un detenido alojado en Piñero, que estaba siendo tratado por tuberculosis en ese efector de salud, y que pronto iba a ser retirado por un camión del Servicio Penitenciario. Pero que ante la resistencia de uno o más de los guardiacárceles, dispararon al menos en nueve oportunidades mientras salieron corriendo por la calle Zeballos. En su fuga, uno de ellos se cruzó sorpresivamente con el subinspector Leoncio Bermúdez, quien no llegó a defenderse, y cayó desplomado con el primer disparo en su cabeza. La justicia también investiga si en su huida también dispararon contra un carro de chapa usado como destacamento policial, estacionado sobre calle Zeballos, y en el que se encontraron cuatro orificios de bala, y en donde estaba la hija del policía asesinado de solo ocho años. 

En la mañana de ayer un allanamiento en la celda de un allegado a Lencina, se encontró drogas y teléfonos celulares. La fiscal del caso Gisela Paolicelli, de la Unidad de Homicidios, relató ayer que los delincuentes forcejearon con dos agentes del Servicio Penitenciario que custodiaban al preso y que a uno de ellos le robaron el arma reglamentaria. Y confesó que se inclinaba por la hipótesis de que lo quisieron rescatar, porque tuvieron oportunidad de dispararle al detenido, lo tuvieron de frente”. Sin embargo, no lo hicieron.

En la línea de investigación la fiscal también dijo que tratará de establecer “cómo se filtró la información de que estaba allí el preso. Se investiga naturalmente al Servicio Penitenciario porque estaban a cargo de la custodia del detenido. Se secuestraron teléfonos. Había dos a cargo de la custodia, más tres en el vehículo de traslado. A uno solo le sacaron el arma”, indicó.

La mecánica aún no está del todo clara. Hasta ahora los delincuentes ingresaron armados y fueron por los dos agentes del Servicio Penitenciario que custodiaban a Lencina, con uno de los cuales forcejearon, le dieron un culatazo en la cabeza y le robaron su arma reglamentaria. Al salir se toparon con Leoncio Bermúdez.

La fiscal indicó que en la madrugada de ayer la Agencia de Investigación Criminal allanó el pabellón 9 donde está alojado Lencina, junto a otros 90 reclusos. En una de las 40 celdas habita Lautaro Román Núñez, uno de sus cómplices. El procedimiento había sido solicitado por el fiscal de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos Luis Schiappa Pietra. El pedido, ante datos que permitían presumir un intento de fuga, es anterior al episodio en el que, durante la noche de este martes, asesinaron al policía Bermúdez. Sin embargo, aporta elementos a esta investigación de Paolicelli.

Núñez está imputado por el asesinato de Laureano Cardozo, mientras salía a pasear a la perra de su familia en la Villa Flammarión, y por dos balaceras: contra la sede de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y un destacamento policial de Tablada en el que arrojaron carteles que aluden a presos y amenazas contra el fiscal Matías Edery.

Cabe recordar que Lencina cumple una condena de 22 años y 2 meses en la cárcel de Piñero por dos homicidios y una tentativa de homicidio y está señalado como miembro de la banda de Hernán “Lichi” Romero, también detenido y jefe de una banda narco con base en Nuevo Alberdi. Tiene 29 años y según el Servicio Penitenciario tiene un comportamiento “ejemplar” en la cárcel y “buena conducta”. Quedó privado de la libertad para cumplir su larga condena en septiembre de 2013, y pasó por varios lugares de detención. Aún le queda mucha por transitar: su salida, si no hay reducción de pena, será el 9 de noviembre de 2035, pero puede pedir libertad condicional en junio de 2028.

Su jefe en el mundo delictivo es Hernán “Lichi” Romero, quien purga una condena como líder de una asociación ilícita y a quien le pesa otro pedido de 28 años de prisión por el secuestro e intento de asesinato de un hombre al que capturaron en la puerta de su casa y dieron por muerto después de mantenerlo en cautiverio y dispararle en una ruta. Según la acusación, “Lichi” dio las órdenes desde su celda, y por videollamada.

A Lencina lo condenaron como instigador del asesinato de Jorge Nicolás José en la madrugada del 23 de febrero de 2020. Los fiscales probaron que fue quien llamó a otra persona, también condenada –Gastón Fabián Núñez– para que coordinara un encuentro con la víctima en Génova y Colombres. En esa esquina le dispararon al menos cinco veces desde un auto. Cuatro balas le impactaron en el cuerpo, una de ellas en el pecho, y murió en el lugar. Lencina fue el instigador del crimen, y por el mismo aceptó hace tres años una condena a 11 años y medio de prisión que se unificó con otra anterior para sumar los 22 años y dos meses que purga. La trama de ese asesinato tuvo como trasfondo una deuda por drogas.



Fuente-Página/12