La chica de remera multicolor, delineado y pelo largo inhaló profundo. “Ya casi estamos”, le dijo a la amiga al acercarse a Plaza de Mayo. Eran las 16.20 cuando el microcentro porteño comenzó a inundarse de un humo perfumado que ya advertía sobre la convocatoria organizada para este miércoles.

En la 14º Marcha Nacional de la Marihuana, organizaciones sociales, civiles, cultivadores y usuarios de todo el país se movilizaron para visibilizar la planta de cannabis, sus diferentes usos y reclamar contra la criminalización judicial y policial. La consigna principal: “¡Basta de presos por Marihuana!”.

“Entendemos que se avanzó en materia del Estado con las leyes 27.350 de cannabis medicinal y la 27.669 de producción de cannabis medicinal y cáñamo industrial, pero creemos que estas leyes todavía no contemplan la realidad de la cultura canábica de las personas que todavía siguen siendo criminalizadas”, dijo Federico Sinagra de Cultivando Derechos, parte de la mesa organizadora de la Marcha.

Un cogollo verde de dos metros pintado sobre las baldosas daba la bienvenida a la Plaza a todos los que se iban sumando a la concentración. Con las banderas ya levantadas y los tambores sonando el espacio se llenaba. En las partes de verde se salpicaban grupos de engafados que, entre risas y flores, esperaban sentados en ronda al llamado a moverse.

Santiago Arriagada, presidente de la ONG Círculo Rojo, Club de cultivo medicinal, afirmó que llegaba a la marcha con la expectativa de “seguir ampliando derechos”. Arriagada explicó que, de cara a este contexto electoral, “no van a retroceder en los derechos conquistados para todas y todos los cultivadores”.

A las cinco el movimiento cannabico ya se encontraba firme y encolumnado, listo para salir por Diagonal Sur. La batucada adelante, con trompetas y tambores, marcaba el ritmo de los pasos. Chicos y grandes, grupos de amigos y madres con sus hijos, autoconvocados y organizados sostenían las banderas y levantaban sus carteles. Entre saltos y abrazos, la columna encabezada por la barredora que leía: “Basta de preses x marihuana. Modificación de la ley de drogas 23.737”, comenzó a caminar.

“Yo no soy un delincuente. Yo no soy un criminal. Yo cultivo marihuana. No más presos por plantar”, cantaba el pibe de lentes y gorra, mientras le pasaba un porrito a su compañera que cargaba con el cartel lleno de chalas que rezaba: “Mi planta, mi medicina”.

Con su pollera de chalas, anteojos verdes y peluca multicolor, La Cogolla, como le gusta que la llamen, dijo que marchaba por la indignación que le causaba que haya “gente presa por una planta”. “Están cultivando industrialmente por todo el país, no puede ser que sigan habiendo personas encarceladas. La desinformación y la injusticia es total”, expresó entre el sonido de los tambores.

“La reforma de la Ley de Drogas es muy importante porque es una ley vieja, prohibicionista y fracasada que ya no se condice con la reglamentación actual. Por lo tanto es urgente la adecuación de la legislación, si no personas van a seguir yendo presas por la misma planta que otros comercializan”, explicó Arriagada.

La banda de la marihuana se desvió por las pequeñas calles del microcentro y avanzó sobre las torres vidriadas de la calle Moreno. Entre las rastas y el humo se mezcló algún trajeado distraído que salía del trabajo para volver a su casa, esta vez con los ojos un poco más rojos que cualquier otro día.

A pocos días del balotaje, los carteles no dejaban dudas sobre la posición de los marchantes. “No a Milei. Si al porro” y “Queremos la flor legal, no a un facho liberal”, eran algunas de las frases levantadas por los autoconvocados del movimiento cannábico.

En el Congreso, la feria estaba ya instalada hace tiempo a la espera de los marchantes con ropa, pipas, aros, picadores, goteros, peluches, y muchos más productos cubiertos de dibujos de chalas. Los parlantes del escenario los recibieron al ritmo del reggae. La fiesta y el humo rodeó al Congreso cuando llegaron las banderas y tambores, seguidos de la fila de dos cuadras de defensores del cannabis.

Los representantes de las organizaciones subieron al escenario para leer el documento consensuado. En un año electoral donde se renueva el Poder Legislativo, la mesa organizadora presentó las principales consigas de la Marcha alertando las necesidades urgentes: “La reforma de la Ley de Drogas 23.737 que se sigue utilizando para encarcelar a los sectores más vulnerables y se mantiene sin modificaciones desde hace décadas; la amnistía y reparación para todas las personas presas por marihuana y víctimas del prohibicionismo; la capacitación de las fuerzas de seguridad federales, provinciales, poderes judiciales y ministerios públicos; la plena implementación de la Ley 27.350 de cannabis medicinal que incorpore definitivamente el módulo de las ONGs en el Reprocann; y la reglamentación de la Ley 27.699 de desarrollo productivo de la industria del cannabis que atienda las necesidades de las organizaciones de les cannabicultores por una industria con verdadera perspectiva de género y diversidad”.

Informe: Lucía Bernstein Alfonsín.



Fuente-Página/12