El espíritu democrático, solidario y humanista de María Elena Walsh volverá a escena a través de la primera edición del Festival que busca rescatar y difundir su obra artística. El encuentro, organizado por la Fundación María Elena Walsh, se realizará este miércoles 15 de noviembre en el Auditorio de Belgrano (Virrey Loreto 2348) y se dividirá en dos instancias: a las 12 habrá una función gratuita para escuelas de la obra Cuentos y canciones de María Elena Walsh y a las 20 se realizará el resto de la programación (con entrada paga) a beneficio de la Fundación. Los artistas que participarán a la noche son Georgina Barbarossa, Leonor Benedetto, Marián Farías Gómez, Juan Iñaki, Mel Muñiz, Sandra Mihanovich, Teresa Parodi, Paz Martínez, Facundo Ramírez, Marilina Ross y Lito Vitale. “La idea de este festival es que se instale en la agenda cultural de nuestro país para repetirse todos años”, celebra Graciela García Romero, vicepresidenta de la Fundación.

La grilla está integrada “por personas que han estado muy cerca de María Elena, que han interpretado el repertorio o que han cantado juntas, como es el caso de Marilina Ross o Sandra Mihanovich”, precisa García Romero. Cada artista interpretará dos canciones o leerá algún poema o texto de la homenajeada. “María Elena era absolutamente democrática y republicana; era antiviolencia, antidiscriminación y entendía el planteo de género como algo central. ”Estaba muy en contra de las expresiones de violencia. En un momento político, en 1991, cuando se estaba hablando sobre la posibilidad de instalar en el país la pena de muerte, escribió un poema que termina diciendo ‘cada vez que se alude a este escarmiento la humanidad retrocede en cuatro patas’. O cuando habla, por ejemplo, del ‘país jardín de infantes’ (en alusión a la última dictadura cívico-militar) está poniendo el bastión que asegure la democracia, la república y la convivencia”.

Uno de los segmentos destacados de la noche será la presentación de una obra inédita de María Elena Walsh. Se trata de la zamba “La última palabra”, con letra de Walsh y música de Ariel Ramírez. Lo curioso es que la canción fue compuesta para que la cantara Mercedes Sosa, pero la tucumana nunca llegó a interpretarla en vivo –aunque alguna vez la ensayó- ni a grabarla. Ahora la encargada de estrenarla públicamente será Teresa Parodi. “Es muy importante este hallazgo”, resalta Parodi. “Es un honor que me hayan pedido que cante este estreno absoluto, estoy muy conmovida y agradecida por eso”, dice, quien estará acompañada por el pianista Facundo Ramírez, hijo de Ariel. “La obra de María Elena Walsh tiene una vigencia extraordinaria siempre y ahora más que nunca en este contexto político”.

“Era una melodía instrumental que Ariel había compuesto y a Mercedes le gustaba mucho. Entonces, siempre le pedía que le hiciera poner letra para que ella la pudiera cantar. Ariel pensó en muchos poetas pero finalmente se la terminó dando a María Elena Walsh”, cuenta Parodi sobre el tema inédito. “Y, como era para Mercedes, a María Elena se le ocurrió escribir como si en la zamba estuviera hablando Mercedes sobre su regreso a la Argentina después del exilio y lo que sintió estando afuera. Es una letra que escribió en 1984”, precisa. “Por alguna extraña razón se traspapeló y cuando estaban organizando este festival Graciela García Romero la encontró en el archivo de María Elena. Entonces, le preguntó a Sara Facio si sabía qué era ésa letra y le contó que era una canción que estaban haciendo Ariel y María Elena pero que evidentemente no la terminaron”.

“Es increíble que en 1984 sucediera eso y ahora se encuentra esa letra profundísima y conmovedora de María Elena justo cuando la democracia cumple 40 años, y cuando estamos viviendo este tremendo momento en la política argentina en el que lo que está en peligro es la democracia”, resalta Parodi. “Es casi como si se reunieran los tres para decirnos ‘no al negacionismo’ porque habla exactamente del exilio, de los amigos caídos y de las luchas que llevó adelante nuestro pueblo contra la dictadura militar para buscar el regreso de la democracia. Hay voces que no se van a poder apagar nunca, hay una memoria en nosotros, una memoria histórica, afectiva, que nos abraza esa Patria que seguimos siendo. Y a la democracia que queremos para esa Patria”.

La cantante Marián Farías Gómez, en tanto, se ocupará de interpretar una versión de “Serenata para la tierra de uno”. “Yo tengo una versión muy particular, porque la empiezo como una serenata y en la mitad la paso a candombe. Y a María Elena le gustaba mucho mi versión”, cuenta Farías Gómez. “No fui amiga de María Elena, pero tuve una muy buena relación. Cuando era muy chica escuchaba mucho al dúo que tenía con Leda (Valladares). Admiraba cómo recopilaban música del noroeste y canciones antiguas españolas. Y me comí todos sus libros”.

Para Farías Gómez, “María Elena forma parte de la columna vertebral que tiene la cultura de nuestro país y América latina”. “Me gusta mucho cómo escribe, todo lo que compuso es bello. Lamentablemente, no solo la obra de María Elena, sino también la de Yupanqui o Tejada Gómez, no son protagonistas en este momento. Lo digo con profundo dolor. Pero tampoco nosotros los intérpretes somos imprescindibles para nadie en este momento. Estamos en terapia intensiva. No solo el folklore, la cultura argentina en general. Y ojalá cambie esta situación. La cultura no es solo la música, el teatro y los libros. Todo es cultura. La cultura la forma al pueblo. Ningún autor, compositor o escritor podría transmitir lo que transmite si el pueblo no se lo hiciera notar”.

Al mediodía, a las 13, tendrá lugar de manera gratuita –las entradas ya están agotadas- la obra-musical Cuentos y canciones de María Elena Walsh, con dirección artística de Chacho Garabal. La obra cuenta la historia de varios personajes del mundo de María Elena Walsh que se encuentran en el bosque de Gulubú y recrean los cuentos que contaba ella. “Es un concierto atravesado por una historia de encuentros y desencuentros entre los personajes que van narrando todo el universo de María Elena, con Los Jardinteros, Doña Disparate, La Reina Batata, Manuelita, entre otros”, adelanta el dramaturgo y director teatral.

“A medida que pasa el tiempo, la obra de María Elena va cobrando cada vez más vigencia, porque une a todas las generaciones: abuelas, padres e hijos crecen con sus canciones”, resalta Garabal, también director del Auditorio de Belgrano. “Todos viajan hacia la fantasía y comparten algo cercano en esta obra. María Elena es un puente generacional. Después está el cancionero de María Elena vinculado con la libertad, la resistencia, el género, un montón de temas por los cuales hoy seguimos luchando para que sigan en agenda. Ella marcó el camino hacia donde ir desde el amor, el arte y la historia. El arte entendido como un lugar de libertad de expresión y de formación de opinión”.



Fuente Pagina12