Rodeado de férreas medidas de seguridad que incluirá la participación de 1.600 agentes de la Policía Nacional, el Congreso iniciará este miércoles en Madrid la primera de dos sesiones que culminarán el jueves con la investidura del actual jefe de Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, del Partido Socialista (PSOE).
El Congreso de los Diputados quedará blindado desde la mañana con los agentes, la mayoría de ellos de seguridad ciudadana de las Unidades de Intervención Policial (UIP), en medio de un tenso clima originado en el rechazo de la derecha y la ultraderecha al proyecto de amnistía para catalanes condenados por la rebelión secesionista de 2017, un compromiso asumido por Sánchez para obtener el apoyo de los legisladores regionales a su nominación.
Fuentes policiales citadas por la agencia de noticias Europa Press dijeron que originalmente el dispositivo de seguridad incluía “entre 1.300 y 1.400 agentes de seguridad ciudadana”, pero el Ministerio del Interior elevó la cifra a 1.600 efectivos, incluyendo a especialistas de Información y perros, entre otros.
El dispositivo se terminó de planificar este martes , 24 horas antes de iniciarse el Pleno y después de que la presidenta de la Cámara Baja, Francina Armengol, anunciara la fecha de la investidura, coincidiendo con el registro de la propuesta de ley de amnistía presentada por el PSOE.
Desde este martes comenzaron a realizarse controles y restricciones de acceso de peatones en la Carrera de San Jerónimo, a la altura de la calle Cedaceros. Además, se colocaron vallas en los aledaños del Congreso, que previsiblemente quedará perimetrado en su totalidad cuando se inicie la sesión de investidura de Sánchez. Estos días atrás se han celebrado protestas puntuales junto a la Cámara, con algún intento de acampe abortado por la Policía.
De acuerdo con lo previsto, el Parlamento español votará la investidura de Sánchez con el respaldo asegurado de la mayoría de los diputados gracias al apoyo de los independentistas catalanes a cambio de la ley de amnistía, que sigue originando polémica y rechazos en el país.
Tras semanas de duras negociaciones, Sánchez, en el poder desde junio de 2018, logró tejer los apoyos de numerosas formaciones políticas y así garantizarse la mayoría absoluta necesaria para ser investido nuevamente como jefe del Gobierno.
Con el respaldo de la izquierda, con la que gobierna desde hace tres años, de partidos vascos y catalanes y de un pequeño partido canario, el PSOE, que quedó segundo en las elecciones legislativas del 23 de julio, contará con el respaldo de 179 de los 350 diputados del Congreso, con lo que será investido en la primera votación.
Sánchez obtuvo el jueves pasado el crucial apoyo de los siete diputados de la formación separatista catalana de Carles Puigdemont, Junts per Catalunua (Junts) a cambio de la próxima tramitación en el Parlamento de la ley de amnistía para los independentistas procesados por los tribunales, principalmente por su implicación en el intento de secesión de Cataluña en 2017, una medida que divide profundamente a la sociedad española.
La ultraderecha de Vox y la derecha tradicional del Partido Popular (PP) motorizaron protestas multitudinarias en todas las ciudades de España que prometen mantenerse en los próximos días, razón por la cual las autoridades planificaron el amplio esquema de seguridad para mañana y el jueves.
El titular del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, se reunió hoy en Madrid con agentes de las Unidades de Intervención Policial (UIP), conocidos como antidisturbios.
“Tienen el apoyo y agradecimiento de toda la sociedad”, les dijo, según transmitió el Ministerio en su cuenta de la red social X.