Desde hace más de 50 años, los viajeros En dirección sur desde Anchorage hacia la península de Kenai, han pasado por un cartel que anuncia camisetas, ropa interior y otros “Regalos incondicionales de Alaska”. La licorería Diamond Jim’s desapareció, pero el letrero que queda fue objeto de un enfrentamiento de años que involucró a la Administración Federal de Carreteras, el Departamento de Transporte de Alaska, tres funcionarios electos de Alaska y la propietaria de una pequeña empresa Mary Lou Redmond.

Después de que un devastador terremoto sacudiera Portage, Alaska en 1964, la licorería Diamond Jim’s se trasladó a un lugar a lo largo de la autopista Seward. El terreno elegido para la nueva ubicación había pasado al control de la Oficina de Administración de Tierras en 1917, momento en el que la ley requería 50 pies de espacio abierto a cada lado de la carretera. Cuando se colocó el letrero de Diamond Jim, seguía la línea, pero una nueva ley de 1954 amplió el derecho de paso a 150 pies desde la línea central. Esto dejó a Diamond Jim’s fuera de cumplimiento, pero el gobernador de Alaska, Egan, prometió a la propietaria Mary Lou Redmond que el letrero podría permanecer.

La señal pasó desapercibida durante años, pero en 2004, los fondos federales para mejoras de carreteras comenzaron a fluir hacia Alaska y el gobierno se dio cuenta. El letrero no sólo violaba los requisitos federales de carreteras, sino que también entraba en conflicto con una iniciativa aprobada por los votantes en 1998 para eliminar todos los anuncios comerciales de los costados de las carreteras.

En 2006, el Departamento de Transporte de Alaska (DOT) recibió una carta de la Administración Federal de Carreteras informándoles que el derecho de paso a lo largo de la autopista Seward no estaba libre de invasiones y que los letreros comerciales infractores debían ser movidos. Treinta empresas trabajaron con el DOT y finalmente movieron sus carteles (algunos a pocas horas de la fecha límite), pero Diamond Jim se resistió. El gobierno federal dio al estado una opción: mover la señal o reembolsar los 20 millones de dólares gastados hasta ahora en carreteras. Redmond se negó y se le cita diciendo: “Me encadenaré al cartel si es necesario”.

Finalmente, la noticia del enfrentamiento llegó a la oficina del representante del estado de Alaska, Mike Hawker. Propuso varios compromisos, ninguno de los cuales llegó a buen puerto, y en un momento se ofreció a encadenarse al cartel junto a Redmond. Se fijó como fecha límite para la retirada forzosa del cartel el año 2017, pero en 2016 el senador del estado de Alaska, Mark Begigh, intervino y, tras algunas negociaciones en nombre de Redmond, se concedió al cartel una suspensión de la ejecución de dos años. Redmond aprovechó para volver a pintar el cartel y arreglar algunas bombillas fundidas.

Si bien la fecha límite pasó y Diamond Jim’s cerró desde entonces, a partir del verano de 2023 el letrero aún permanece, un testimonio del espíritu independiente de Alaska.





Fuente atlasobscura.com