Si se elimina la presencia del Estado, los costos que un hogar de ingresos medios compuesto por cuatro miembros deben enfrentar para pagar el colectivo, el tren, la nafta, la luz, el gas y el agua, la educación secundaria o universitaria y los medicamentos que brinda el PAMI se incrementarían en más de un millón de pesos mensuales.

Es decir que el “salario indirecto” que aporta el Estado en dicho caso equivale a dos veces el costo de la canasta mensual familiar. Estos datos fueron estimados por el Centro de Economía Política (CEPA) en un informe al que accedió Página/12.

El cálculo viene a responder una serie de preguntas que son claves en el debate electoral: ¿Qué significa “recortar el gasto público en 15 puntos del PBI”, como propone Javier Milei? ¿Cómo se traduce el “plan motosierra”, de eliminación masiva de subsidios, sobre el presupuesto mensual de los hogares? ¿Quién sale beneficiado y quién perjudicado por el programa económico de la extrema derecha?

“Los subsidios lucen abstractos en el debate público. Por eso, se estima el valor monetario real de los bienes y servicios que el Estado abarata a través de subsidios que ‘no se ven’ dado que no constituyen transferencias directas a la cuenta de las personas“, explica el informe elaborado por Hernán Letcher y Julia Strada.

El contraargumento libertario marca que también hay que contar el efecto positivo que puede tener sobre los presupuestos familiares la eliminación de impuestos. Pero esto, en el caso de la gran mayoría de los hogares de la Argentina, es falso, porque la presión tributaria ronda el 30 por ciento de los ingresos, lo cual obviamente se traduce en una cantidad de dinero muy inferior al “salario indirecto”. Claro que en el caso de las familias ricas, en términos absolutos la carga tributaria es mucho más alta, al relacionarse con los ingresos en cuestión.

Esto no quiere decir que el sistema de subsidios no tenga cosas por mejorar, entre las cuales seguramente esté profundizar su sesgo distributivo y evitar avivadas e injusticias. Pero queda claro que, para la mayoría, la “motosierra” implica cortarse las propias piernas.

En detalle

* En transporte de colectivo para la zona metropolitana, se asume que las dos personas activas de la familia, con el boleto de colectivo a 56 pesos, y un uso ida y vuelta por 22 días hábiles (sin considerar otro uso del transporte) gastan actualmente 4.928 pesos. Con una suba a 700 pesos del boleto, el gasto se eleva a 71.600 pesos. El salario indirecto contenido en el subsidio al boleto es de 56.678 pesos al mes.

* Si en lugar de viajar en colectivo, lo hicieran en tren (y siguiendo el mismo cálculo, 22 días hábiles, 1 viaje por día), el salario indirecto contenido asciende 92.224 pesos para las dos personas.

* Si la familia tiene un auto y ambos adultos van a trabajar en ese vehículo, el equivalente a un tanque de nafta súper por semana (60 litros), a 280 pesos el litro, implica un gasto mensual de 67.200 pesos. Con la nafta equiparada a la paridad internacional, el valor del litro se elevaría a 680 pesos y sumaría un gasto mensual de 163.200 pesos. El salario indirecto contenido es de 65.568 pesos por mes.

* En el caso de los subsidios en los servicios del hogar (gas, luz y agua). El cálculo se corresponde a la zona metropolitana y fue estimado por IIEP Conicet y la Consultora Economía y Energía para hogares de consumo promedio. El salario indirecto para los tres servicios es de $15.171 y se presumen los siguientes aumentos: Boleta de gas, de 2.500 a 5.100 pesos; Boleta de electricidad, de 3.539 a 7.628 pesos y Boleta de agua, de 3.539 a 6.528 pesos.

* Si uno de los hijos/as va a la escuela secundaria, la eliminación de la escuela pública gratuita supondría el pago de una cuota de no menos de 60 mil pesos. Si otro hijo/a estudia una carrera universitaria, como Medicina u Odontología, el costo mensual es de 300 mil pesos.

* En el rubro salud, considerando que uno de los integrantes del hogar es adulto/a mayor, la cobertura de PAMI con medicamentos gratis supone un salario indirecto de 21.850 pesos al mes. Si alguno de los integrantes padece diabetes, de tener que pagar el costo del tratamiento, este asciende a 561.600 pesos mensuales según datos del Ministerio de Salud que encabeza Kreplak en la Provincia de Buenos Aires.

“El Estado no roba, el Estado cobra impuestos como en todo el mundo. Con los ingresos que recibe, financia gastos y transferencias, con fuerte preponderancia de salud y educación como servicios básicos. El sistema fiscal en la Argentina, a pesar de todos los problemas que tiene, genera una leve mejora en la distribución del ingreso. Esto significa que el Estado le da más de lo que le saca a las familias de menores ingresos, y viceversa. Esto no quiere decir que haya muchísimo espacio para mejorar en el sistema tributario, sobre todo hacia gravar más a los ingresos y menos a los bienes y servicios. Un desafío en el contexto actual para conseguir una consolidación fiscal es que la caída del gasto tenga el menor impacto posible sobre las familias de menores ingresos”, indica Guido Zack, doctor en análisis económico y director de Economía del Centro de Estudios Fundar. 



Fuente-Página/12