El Ejército israelí anunció este jueves que destruyó un “importante centro” de Hamas en el norte de Gaza, de donde huyen decenas de miles de palestinos hacia el sur, con la esperanza de encontrar refugio tras más de un mes de bombardeos y asedio de Israel provocados por los ataques del movimiento islamista en su territorio.
El éxodo de civiles hacia el sur del pequeño enclave palestino se aceleró con la intensificación de los bombardeos y combates terrestres, según observadores de Naciones Unidas.
Los palestinos desplazados acampan en los terrenos del hospital al-Nasser en Khan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, en medio de las batallas en curso entre Israel y el grupo palestino Hamas pic.twitter.com/7gJVxUvGUh
— Agencia Télam (@AgenciaTelam) November 9, 2023
El Ejército israelí anunció que “tras diez horas de combates” tomó el control de un “importante centro” de Hamas en Jabaliya, un campo de refugiados del norte de Gaza, desde el que “los terroristas se entrenan y llevan a cabo ataques”.
Además, Israel anunció que un bombardeo aéreo mató a un jefe militar de Hamas, Ibrahim Abu-Maghsib.
Israel prometió “aniquilar a Hamas” en represalia por el ataque en su territorio el 7 de octubre, en el que los combatientes islamistas mataron a 1.400 personas, en su mayoría civiles, y tomaron a unos 240 rehenes de varios países, incluyendo personas con nacionalidad argentina.
El Ejército israelí respondió con mortíferos bombardeos sobre la Franja de Gaza, que mataron a 10.800 personas, entre ellos 4.412 niños y niñas, y la mayoría civiles, según el Ministerio de Salud palestino.
El 27 de octubre, Israel comenzó una ofensiva terrestre que, según el Ejército, le permitió una “mayor profundidad” de los ataques.
Israel sostiene la versión de que la ciudad de Gaza alberga el “centro” de Hamas, que se encontraría escondido en una red de túneles de varios cientos de kilómetros, argumento que utilizó para justificar el bombardeo de hospitales y centros de refugiados.
En una incursión al epicentro de los combates organizada por el Ejército, cuyas imágenes fueron sometidas a la censura militar, periodistas de la agencia de noticias AFP observaron palmeras quemadas, farolas torcidas o paneles de señalización deformados a lo largo de la ruta que bordea la costa.
Personas desplazadas
Sin embargo, el Ejército israelí negó que exista una “crisis humanitaria” en Gaza y aseguró que está facilitando la transferencia de ayuda a Gaza, aunque reconoció “la situación difícil” que enfrentan los gazatíes.
Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), unas 72.000 personas huyeron desde la apertura de un corredor de evacuación el pasado 5 de noviembre.
El Ejército israelí anunció este jueves un nuevo “corredor”, después de que, la víspera, 50.000 civiles huyeran hacia el sur.
Pero cientos de miles se encuentran todavía en la zona norte del enclave, en “una situación humanitaria desastrosa”, dijo la OCHA.
“Luchan para obtener las cantidades mínimas de agua y comida necesarias para su supervivencia”, añadió.
La ONU cifra en millón y medio el número de personas desplazadas desde el inicio de la guerra en el interior del enclave palestino, poblado por 2,4 millones.
“Tomamos la decisión de marchar porque los bombardeos eran muy intensos”, dijo a la AFP Ehsan Abu Salem, mostrando a su hijo de dos meses. “Los niños y las mujeres están aterrorizados y no podíamos soportarlo más”, añadió.
Cientos de miles de refugiados se hacinan en el sur, en condiciones desastrosas.
Desde hace casi un mes, el territorio palestino se encuentra asediado, sin acceso a agua, comida, medicamentos ni electricidad y dependiente de los escasos convoyes de ayuda que entran por el punto fronterizo de Rafah desde Egipto.
Por ese paso también fueron evacuados decenas de heridos palestinos, pero estos traslados fueron suspendidos el miércoles, dijo un responsable palestino.
Piden un alto al fuego
Una decena de ONG, entre ellas Médicos Sin Fronteras (MSF) y Amnistía Internacional, pidieron un “alto el fuego inmediato” el miércoles
En sintonía, el presidente francés, Emmanuel Macron, instó este jueves también a un “alto el fuego” al inicio de una conferencia de ayuda humanitaria en París para abordar la situación en el territorio palestino.
“¿Cuántos palestinos tienen que morir para que termine la guerra?”, dijo ante los asistentes el primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina, Mohammad Shtayyeh, listando las necesidades: desde curar a los heridos, hasta el suministro de agua, electricidad y medicamentos.
El Gobierno israelí no envió a ningún representante a la cita y los países árabes no enviaron a ningún emisario de alto nivel.
“Civilians & civilian infrastructure, including @UN facilities hosting displaced people, must be protected & accessible to humanitarian assistance everywhere in📍#Gaza, at all times.”
Statement: @UNLazzarini at International Conference on Gaza in Paris⬇️ pic.twitter.com/Bd5odEGXZx
— UNRWA (@UNRWA) November 9, 2023
Durante el evento, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) alertó de nuevo sobre “la pesadilla que atraviesa Gaza hoy”, que, según el secretario general de la ONU, António Guterres, “es más que una crisis humanitaria, es una crisis de la humanidad”.
Sin embargo, pese a los llamados a un alto el fuego humanitario, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha recalcado que no lo concederá sin la liberación de los 239 rehenes que retiene Hamas.
El conflicto está teniendo repercusiones más allá del territorio palestino, y se extendió a la frontera israelo-libanesa, donde se han producido intercambios de disparos diarios entre el Ejército israelí y el movimiento Hezbollah, apoyado por Irán.
Según un recuento de la AFP, al menos 83 personas han muerto del lado libanés en esos enfrentamientos, 11 de ellas, civiles.
En Cisjordania, un territorio que Israel ocupa desde 1967, ocho palestinos murieron hoy durante una incursión del Ejército israelí en Jenín, según el Ministerio de Salud palestino.
Al menos 170 palestinos han muerto por tiros de soldados o de colonos israelíes en ese territorio desde el 7 de octubre, según la Autoridad Nacional Palestina, que gobierna en Cisjordania.