En el año que el mundo del arte se rinde al legado de Pablo Picasso a través de numerosas exposiciones y homenajes a medio siglo de su muerte, una de sus obras más icónicas, “La mujer con reloj”, fue subastada la noche de este miércoles por una cifra récord de 139,3 millones de dólares en Nueva York y se convirtió en la segunda pieza más cara del artista.
Sobre un notable fondo azul, el cuadro de 1932 representa a una de las compañeras y musas de Picasso, la pintora francesa Marie-Thérèse Walter, y había sido estimado en más de 120 millones de dólares, según informó la casa de subastas Sotheby’s de Nueva York.
La presencia de Marie-Thérèse Walter en la vida de Picasso, desde que se conocieron en 1927 en París, ha sido definida por los especialistas como una relación vitalísima en el trabajo del artista, dado que lo inspiró a crear muchas de las mejores obras de su carrera. Por eso hay quienes llaman a Marie-Thérèse Walter la “musa de oro”.
La venta se produjo ni más ni menos que en el año Picasso, la celebración internacional que tiene al creador del “Guernica” como foco de homenajes por el aniversario de las cinco décadas de su muerte. Con la subasta de esta obra, Picasso ya superó su marca de obras millonarias y es el tercer artista mas cotizado en subastas: al menos seis cuadros valen más de 100 millones de dólares, aunque su récord histórico sigue siendo “Las mujeres de Argel (Versión O)” que se vendió en 2015 por 179,4 millones de dólares y fue la obra moderna más cara vendida en una subasta.
Desde principios de año por el aniversario hubo muestras en París, Málaga, Madrid, Nueva York y hasta en Buenos Aires, de la mano del Museo Nacional de Bellas Artes que exhibió obras realizadas entre 1905-1959, entre grabados, dibujos y cerámicas pertenecientes al patrimonio de la institución. No todas las exposiciones revelaron miradas idealizadas o edulcoradas de la obra de Picasso, hubo también otras dispuestas a complejizar su legado, como la que dedicó el Museo Brooklyn en clave de género con la intención de establecer “conversaciones complicadas y con matices”, como definieron Lisa Small y Catherine Morris, ambas curadoras del museo de Brooklyn
Mientras tanto, todavía, en el Museo de Arte Reina Sofía, sigue en exhibición la muestra “Picasso 1906. La gran transformación” en la que explora los aportes que el artista español realizó a la definición de arte moderno.
La exposición centra su atención en la producción del artista en en 1906, la cual ha sido entendida como un prólogo de la emblemática “Las señoritas de Aviñón” pero que la curaduría de esta muestra revisa, como plantea el texto curatorial: “Con apenas 25 años, en 1906, Picasso es un artista aún joven, pero ya maduro en sus criterios estéticos. Dejando atrás la bohemia y el pesimismo, se muestra vital y expansivo, incluso sensual; se acerca a planteamientos libertarios y anhela la refundación de la experiencia artística”.
Pablo Ruiz Picasso nació el 25 de octubre de 1881 en Málaga, el sur de España y falleció el 8 de abril de 1973 en Mougins, Francia, a los 91 años. Su nombre empezó a cobrar notoriedad en 1920, década en la que se vinculó con los integrantes del grupo surrealista, pero fue la Guerra Civil española la que marcó un momento clave en su obra y compromiso cuando decidió no volver a la España franquista y se declaró como un hombre de principios. Más tarde, encontró en el sur de Francia su nuevo hogar.
“La mujer con reloj”, el cuadro de Picasso que se vendió este miércoles, perteneció a la millonaria neoyorquina Emily Fisher Landau, fallecida este año a los 102 años, y cuya colección de obras de Jasper Johns, Willem de Kooning, Mark Rothko y Andy Warhol se subastará próximamente en dos jornadas especiales en Manhattan. La casa de subastas espera vender sólo la colección de Landau por más de 400 millones de dólares.