Qatar media negociaciones para obtener la liberación de 12 rehenes, seis de ellos estadounidenses, capturados por Hamas en Israel, a cambio de una tregua humanitaria de tres días, indicó a la agencia de noticias AFP una fuente cercana al movimiento islamista.
La negociación
“Las conversaciones giran en torno a la liberación de 12 rehenes, la mitad de ellos estadounidenses, a cambio de una tregua de tres días que permita a Hamas liberar a estos rehenes”, declaró la fuente bajo condición de anonimato. En Doha, una fuente cercana a las discusiones dijo anteriormente, también bajo condición de anonimato, que Qatar realiza esta mediación “en coordinación con Estados Unidos para obtener la liberación de entre 10 y 15 rehenes a cambio de un alto el fuego de dos días”.
Según la fuente cercana a Hamas, existen desacuerdos sobre el plazo de esta pausa. “Qatar aguarda una respuesta de los israelíes”, subrayó. El alto al fuego le permitiría además a Egipto, que limita con la Franja de Gaza, suministrar más ayuda humanitaria al territorio palestino asediado a través del paso de Rafah, agregó la misma fuente.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reiteró a través de un mensaje en redes sociales su negativa a aceptar un cese el fuego hasta que se liberen a los rehenes, sin precisar si exige la liberación de todos o de algunos de los que tomó Hamas para la posible tregua.
La mediación de Qatar fue esencial para la liberación de cuatro mujeres –dos estadounidenses y dos ancianas israelíes– que estaban en manos del grupo islamista y que, hasta el momento, fueron las únicas rehenes liberadas desde que inició el estallido de la guerra el pasado 7 de octubre.
Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad gazatí, la cifra de muertos subió a 10.569 –de las que 4.324 son menores, 2.823 mujeres y 649 ancianos– y a 26.475 los heridos, en el marco de la campaña de bombardeos de Israel contra la Franja de Gaza, en represalia por el ataque terrorista de Hamas que mató a 1.400 personas y tomó 240 rehenes.
La crisis humanitaria
Respecto al plano humanitario, Estados Unidos anunció que el paso fronterizo de Rafah, por el que está entrando ayuda humanitaria a Gaza y saliendo miles de personas cada día hacia Egipto, se encuentra cerrado temporalmente por cuestiones de seguridad.
En una rueda de prensa, el portavoz del Departamento de Estado, Vedant Patel, afirmó que el cruce administrado por las autoridades egipcias se reabrirá cuando tal situación sea resuelta, aunque no especificó la naturaleza de la problemática. “Nuestra expectativa es que una vez que se resuelvan las circunstancias, el cruce se abrirá en los intervalos regulares en que ha estado abierto y el flujo de ayuda humanitaria hacia Gaza y los ciudadanos extranjeros interesados en salir podrán hacerlo”, detalló.
Según la cadena de televisión estatal egipcia Al Qahera News, más temprano un total de 81 camiones con suministros médicos, agua y alimentos entraron a la Franja de Gaza a través del paso fronterizo de Rafah. Sin embargo, los cargamentos nuevamente no incluyeron combustible por el veto impuesto por Israel ante el temor de que llegue a Hamas. Se trata de un recurso de extrema necesidad para el funcionamiento de hospitales, panaderías y plantas potabilizadoras de agua.
Fuentes humanitarias señalaron a EFE que 12 ambulancias trasladaron a territorio egipcio a varios heridos, atendidos principalmente en el hospital de Al Arish, a 40 kilómetros de Rafah, y evacuaron a ciudadanos extranjeros y palestinos con doble nacionalidad, aunque no concretaron el número de estos.
El COGAT, un organismo del Ministerio de Defensa israelí que controla los asuntos civiles en los territorios palestinos ocupados, aseguró en la red social X que este miércoles 50.000 palestinos evacuaron el norte de la Franja de Gaza rumbo al sur a través de un corredor humanitario habilitado por el Ejército de Israel.
El número de desplazados internos en Gaza supera los 1,5 millones –más de dos tercios de una población de 2,3 millones–, de los que 725.000 se refugian en instalaciones de la ONU, 122.000 en hospitales, iglesias y otros edificios públicos, 131.000 en escuelas no vinculadas a Naciones Unidas, y el resto con familias.
Israel versus Hezbollah
Mientras tanto en la frontera entre Israel y Líbano, dos soldados israelíes resultaron heridos en el fuego cruzado con el grupo chií Hezbollah, al cumplirse un mes desde su comienzo. “Los terroristas lanzaron un misil antitanque contra soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel en la zona de Dovev y las tropas respondieron con fuego de artillería hacia el origen del lanzamiento”, una estructura que pertenecía a Hezbollah, indicó un vocero castrense. El Ejército israelí respondió de la misma manera al identificar otros dos lanzamientos de proyectiles hacia las zonas de Shtula y Yiftah, ambas muy cerca de la frontera.
Entre otras acciones, la Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN) informó de algunos bombardeos de drones israelíes contra un vehículo y un estadio de fútbol en la aldea meridional de Hula, donde también cayó un misil sobre una vivienda sin que llegara a explotar. Además, cazas israelíes lanzaron la noche anterior los que probablemente fueron sus ataques aéreos más fuertes desde el pasado 8 de octubre, lo que provocó enormes explosiones que se pudieron ver a muchos kilómetros a la redonda, según mencionó la agencia EFE.
Aunque la violencia permanece por ahora geográficamente contenida, continúan los contactos para evitar una escalada como los realizados el martes en Beirut por Amos Hochstein, asesor del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y mediador en el histórico acuerdo alcanzado hace un año entre el Líbano e Israel para demarcar sus fronteras marítimas. El diplomático norteamericano dedujo de sus reuniones “que el Líbano e Israel no quieren agravar la situación”, informó la presidencia del Consejo de Ministros libanés en un comunicado.
Sin embargo, el Gobierno libanés trabaja contrarreloj en su Plan de Emergencia Nacional para poder garantizar una respuesta básica en caso de guerra, a sabiendas de las limitaciones de un país sumido en una grave crisis económica desde hace cuatro años. El Comité Ministerial de Seguridad Alimentaria se reunió para acelerar la importación de comida con el objetivo de que haya en el territorio suministros suficientes para unos cuatro meses, mientras trabajan para traer cuanto antes otras 60.000 toneladas de trigo, precisó el Gabinete libanés en un comunicado.