Minutos antes del comienzo del partido que se disputó en el Maracaná, los hinchas de Boca deliraron al compás y con los primeros acordes del grupo argentino que tocó al borde del campo de juego en Río de Janeiro.

Quien fue el primero en romper el hielo de una fiesta inaugural en la final por la edición 63 de la Copa Libertadores, fue el local “Ferrugem”, el cantante y compositor brasileño de 35 años carioca.

Foto Cris Sille Enviada especial
Foto: Cris Sille – Enviada especial

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Hinchada de Fluminense muestra la Union Jack y Boca responde ‘el que no salta es un inglés”

por Pablo Giuliano, correpsponsal en Brasil

La hinchada de Fluminense aprovechó la localía que le otorgó la Conmebol para realizar una fiesta similar a la que ejecuta en el Maracaná los días de clásicos ante Flamengo, Vasco da Gama o Botafogo, incluso mostrando una bandera del Reino Unido, que habitualmente utiliza su hinchada organizada, Young Flu, reivindicando el origen británico del club fundado en 1902 por Oscar Cox, hijo de un diplomático de Londres.

La hinchada Young Flu, acusada de haber emboscado a los argentinos el jueves en la playa de Copacabana, preparó una gran fiesta con 20.000 banderitas tricolores. Pero en el medio de la hinchada pusieron no la ya conocida Union Jack de Fluminense, con los colores verde y blanco, sino la original británica.

Como esas banderas se vieron por la pantalla gigante, desde la hinchada de Boca Juniors se lanzó el maradoniano y malvinero “El que no salta es un inglés” durante la vigilia para el inicio de la final, luego de la represión de la policía montada contra hinchas de Boca en la fila, bajo el argumento de que había “colados sin entrada” que buscaban penetrar el perímetro de seguridad y los vallados.

El equipo con sede en el tradicional barrio de Laranjeiras organizó una fiesta similar a los días de clásicos pero contra Boca Juniors,.a la espera del momento más importante de su historia, el de la búsqueda de la primera Libertadores de América.

Distribuyeron 20.000 banderas de mano para hacer coreografías y lograron entrar todas los estandartes que habitualmente ingresan en el campeonato brasileño

La gente de Boca, en cambio, debió guardar parte del material y “trapos” en una favela vecina al estadio Sao Januario, de Vasco da Gama, según informó la cadena Globo.

La ciudad de Rio de Janeiro amaneció con una fiebre de hinchas tricolores sobre todo en los barrios de Flamengo, Botafogo y Laranjeiras, pero también fue una ocasión para que los mayoritarios hinchas de Flamegno y Vasco da Gama sacaran por sus ventanas sus propios ‘trapos’, alertando que una victoria de Boca sería conmemorada como propia.

Por las redes sociales fueron filmadas agresiones de hinchas de Fluminense contra familias de Boca Juniors que se disponían a usar las líneas de metro, único medio para llegar al Maracaná.





Fuente Telam