El gobierno de Uruguay designó como canciller interino a Diego Escuder luego de la renuncia de Francisco Bustillo en medio del escándalo generado por el ocultamiento de información a la justicia en el caso del pasaporte entregado al narcotraficante Sebastián Marset. La oposición e incluso parte del oficialismo exigen que el presidente Luis Lacalle Pou, de gira por Estados Unidos, vuelva a Montevideo y se haga cargo de la situación. El presidente uruguayo, que tiene programada una reunión con supar estadounidense Joe Biden este viernes, informó que mantendrá su agenda y recién volverá a su país este sábado.

Lluvia de críticas

“Esta circunstancia amerita destituciones inmediatas y aunque esto es tardío, algo es algo”, dijo el presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, durante una conferencia de prensa. Pereira consideró que a Bustillo deberían sumársele el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, y el viceministro del interior, Guillermo Maciel, y pidió que “Roberto Lafluf no permanezca ni un minuto más en la asesoría del presidente”.

El político frenteamplista descartó por el momento que se esté considerando pedir un juicio político a Lacalle Pou, pero dijo que su partido espera que que el mandatario vuelva “lo antes posible” de Estados Unidos, donde viajó esta semana para participar de una cumbre de la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEP) organizada por el presidente Joe Biden. 

Según informaron fuentes del gobierno a la diaria, el presidente mantendrá su agenda en Washington. Por el momento no se expresó públicamente sobre la renuncia de Bustillo. Ante la ausencia de Lacalle Pou, la vicepresidenta Beatriz Argimón designó temporalmente a Diego Escuder como ministro de Relaciones Exteriores y ratificó a Nicolas Albertoni como viceministro de esa cartera.

Guido Manini Ríos, líder de Cabildo Abierto, consideró que el presidente debe dar explicaciones por el accionar de su asesor Lafluf, directamente involucrado en el escándalo. “Cabildo Abierto esperará a conocer las explicaciones y las decisiones del presidente, así como también el descargo de Bustillo el viernes y luego tomaremos una decisión”, dijo el general retirado a la televisión uruguaya frente a una consulta sobre un eventual abandono de la coalición gobernante.

“Vos perdé el celular”

El  escándalo que sacude al gobierno uruguayo tuvo su origen en una serie de audios de WhatsApp en los que Bustillo, un diplomático con larga trayectoria que fue embajador en Argentina, le pide a su antigua mano derecha, la exvicecanciller Carolina Ache, que no revele sus chats con el viceministro del interior, Guillermo Maciel, quien le había advertido que Sebastián Marset “era un narco peligroso”.

“Maciel tiene los mismos WhatsApp que yo”, dijo Achet. “Tiene los mismos WhatsApp, sí claro. Pero yo no creo que Maciel sea tan tarado de blanquearlos. Yo no puedo creer. Se pegaría un tiro en el pie“, le respondió Bustillo. “Maciel no zafa mandándote al frente a vos. No zafa. La responsabilidad primaria es de él. Los únicos que podían detener la emisión del pasaporte es el ministerio del Interior”, remarcó el excanciller refiriéndose al hecho que desató el escándalo: la tramitación de un pasaporte uruguayo para el prófugo Marset.

En otro tramo de la conversación, Ache le adelanta a Bustillo que ella ya decidió presentar la información de los WhatsApp a la justicia uruguaya. La respuesta del canciller es por lo menos cuestionable: “Aguantá a ver si podemos enderezar esto porque es un desastre. Dejame que hable con Carlos Mata (director de Asuntos de Frontera) para ver si tiene algún tipo de influencia con esta tipa para que por lo menos no ‘guaranguee’ con las preguntas. Que mande a un tercero y que no sea tan incisivo, que nos dé una salida para evitar quitar los WhatsApp”.

Ache le advirtió que la Fiscalía le pediría esa información. Pero su superior le contestó: “Hay que ir ganando tiempo (…) Que se mande al frente Maciel, vos perdé el celular. Estoy imaginando escenarios que no conozco pero, yo que sé. Imaginá que en diciembre o enero que se le perdió el celular”. 

En agosto de 2022, Ache negó “cualquier participación” en el trámite de expedición y entrega en Emiratos Árabes Unidos de un pasaporte a Marset. Pocos días después en una comparecencia ante el Senado, Bustillo y el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, defendieron que la entrega del documento fue un trámite administrativo y no político. En diciembre de ese año, Ache presentó su renuncia como vicecanciller de Uruguay. 

Un escándalo de larga data

Ache presentó los chats de WhatsApp este miércoles durante su comparecencia ante la Fiscalía que investiga la expedición del pasaporte a Marset. Aportó a la justicia documentación para probar que el asesor presidencial Roberto Lafluf destruyó un acta notarial de la Cancillería que contenía chats referidos al tema con el viceministro Guillermo Maciel, y le pidió que borrara los mensajes y certificara con una escribana que no estaban en su celular. También contó que Diego Escuder, flamante canciller uruguayo, participó de una reunión en el ministerio del Interior en la que se resolvió ocultar información sobre el caso Marset.

El escándalo por la entrega del pasaporte uruguayo a Marset sacudió ya el año pasado al gobierno de Lacalle Pou y derivó en ese momento en la destitución de un funcionario de la Dirección Nacional de Identificación Civil. Marset, que se encuentra prófugo de la justicia y está involucrado en el tráfico de cocaína en la región, recibió en 2021 un pasaporte uruguayo a través de un proceso exprés mientras se encontraba detenido en Dubai por intentar ingresar con un pasaporte paraguayo falso.





Fuente-Página/12