Se les pidió no volver a tocar el tema y Diana Mondino lo trajo de nuevo a la mesa: la diputada electa de La Libertad Avanza volvió a defender la creación de un “mercado de órganos” en medio de la campaña. De los creadores de “que los vecinos se construyan sus propias cloacas”, la referenta libertaria decidió ahondar en la propuesta de Javier Milei sobre la compra venta de órganos y propuso reformar la Ley Justina para implementar un sistema que ya existe hoy en la ley actual: la donación cruzada. Rápidamente el oficialismo salió a repudiar sus dichos y a recordar cuando Milei, hace solo unos meses, equiparaba la venta de órganos con cualquier otro tipo de mercado: “Yo no creo en la venta de órganos, no es un mercado más. La vida no tiene precio”, denunció el ministro candidato Sergio Massa.
Era un tema que se había buscado dar por finiquitado en la campaña electoral –al igual que la venta de niños o la libre portación de armas– porque espantaba votantes. A tal punto había generado rechazo que Patricia Bullrich, cuando anunció su respaldo a la candidatura de Javier Milei de cara al balotaje, consideró importante destacar que el acuerdo había incluido una cláusula que iba en contra de la compra de órganos. Diana Mondino, una de las pocas voceras habilitadas por La Libertad Avanza para hablar por estos días –con Victoria Villarruel y Guillermo Francos–, decidió, sin embargo, volver a hacer olas con la idea de “mercado de órganos” a menos de tres semanas del balotaje. “Se metió en el barro”, confesaban desde las filas de La Libertad Avanza, imponentes frente al frenesí librepensante de algunas de sus figuras (como Lilia Lemoine y su propuesta de renunciar a la paternidad).
“Lo que se habló es de mercado de órganos que es radicalmente diferente a la venta de órganos. ¿Qué es el mercado de órganos? Vos necesitás un riñón y no hay nadie de tu círculo íntimo que sea compatible con vos o que te lo pueda o quiera donar. Pero a lo mejor hay alguien en la otra punta que es compatible con otro, que es compatible con otro, que te lo da”, buscó explicar quien sería la eventual canciller de Milei durante una entrevista con Luis Novaresio en LN+. El objetivo de Mondino era justificar la propuesta de Milei que ya había sido duramente cuestionada por varias instituciones de Salud, como el mismo INCUCAI (Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante). “Es un mercado más. El problema es por qué todo tiene que estar regulando el Estado“, había dicho, por primera vez, Milei hace un año.
Para justificar la premisa del mercado de órganos, Mondino buscó agarrarse de un Premio Nobel de Economía: Alvin Roth, quien en 2012 fue reconocido por desarrollar un algoritmo para agilizar el sistema de trasplantes cruzados. Lo que no aclaró fue que, en 2018, el Consejo de Europa vetó la implementación del sistema impulsado desde Estados Unidos de “intercambio global de riñones” porque denunciaban que escondía el “tráfico de órganos humanos” y fomentaba el “riesgo de explotación” de individuos altamente vulnerables.
Mondino hizo, además, un paralelismo con la Ley Justina –impulsada por el caso de la niña de 12 años que murió esperando un trasplante de corazón y que establece que toda persona mayor de 18 años es donante de órganos salvo que haya dejado expresa constancia de lo contrario– y recomendó modificarla. “Hay una mamá cuya hija muere y su mamá quiere donarle el corazón a su hija y dicen ‘no porque no necesariamente son compatibles, porque no es solo el grupo sanguíneo’. Pero si esa nena la mamá hubiera permitido que lo done a fulano, y así, a lo mejor le quedaba a Justina”, reflexionó, confusamente, la diputada electa porteña. Novaresio la observaba en silencio. “Mercado es la transacción, no quiere decir que te van a cobrar por hacer algo”, agregó, rápidamente.
El papá de Justina, Ezequiel Lo Cane, fue uno de los primeros en salir a cruzar a Mondino. “Cuando donás órganos, lo decidís por amor”, destacó, y recordó, como muchos harían después, que la Ley que lleva el nombre de su hija ya incluye, en su artículo 23, la posibilidad de la donación cruzada: “Si hay dos personas que necesitan un trasplante de riñón y un familiar directo no puede donar a una pero sí a la otra y al mismo tiempo al familiar de la otra persona le pasa lo mismo, pueden ‘cruzar’ esa donación”, explicó. Ese fue el caso de, por ejemplo, Jorge Lanata.
“Nosotros defendemos la lógica del donante cruzado no desde la lógica del mercado, sino como instrumento para mejorar la oferta de órganos. Y eso ya existe en la ley, pero no puede haber ningún incentivo económico. La regulación del Estado tiene que ver con el cuidado de los pacientes y los donantes, pero también de que todos puedan acceder de manera equitativa cuando tengan necesidad y no solo cuando tengan capacidad económica”, agregó, en diálogo con Página/12, Francisco Leone, titular de la regional bonaerense del INCUCAI.
Reproches, repudios y correcciones
Lo Cane no fue el único, sino que varios dirigentes –peronistas y opositores– salieron a cruzar sus declaraciones. Uno fue el propio Massa que publicó el recorte en el que Milei y Mondino hablaban sobre la venta de órganos y tuiteó: “La vida no tiene precio”. Milei salió rápidamente a responderle: “Lo que nadie cree es en tu palabra. Hace dos días dijiste que la nafta no subía y hoy subió diez por ciento. En vez de mentirle a la gente con campaña sucia para cuidar tus privilegios hacete cargo del desastre económico”, tuiteó, furioso.
Los macristas que habían salido a respaldar la candidatura de Macri, mientras tanto, se agarraban la cabeza. Sandra Pitta, biotecnóloga que fue candidata (fallida) de Juntos por el Cambio, tuiteó: “Sería conveniente que guarden a los voceros de LLA hasta el 19. Todos. Cuesta bastante votarlos. No lo hagan más complicado”. Le respondió el exministro de Cultura de Macri, Pablo Avelluto, que en la última semana se diferenció públicamente del pacto Macri-Milei: “Quizás sería mejor no votarlos y listo, ¿no?”. También la radical Carla Carrizo salió a cuestionar a Mondino: “Lo que propone no sólo es un delito, es una falta de respeto enorme a las personas inscriptas en el INCUCAI que esperan un trasplante”.
Otro de los que salió a cruzarla fue el diputado kirchnerista Rodolfo Tailhade: “Llevo tres años en diálisis y estoy en lista de espera para recibir un trasplante renal. Puedo afirmar con conocimiento de causa que el trabajo del INCUCAI es extraordinario y que lo que dice la vocera de Milei es de una enorme ignorancia”. “En ningún lugar del mundo se compran y venden órganos. El sistema es perfectible pero de ninguna manera se lo puede cuestionar como lo hace esta mujer”, precisó, luego, en diálogo con Página/12.