Es sabido: la actividad física es clave para la salud y el bienestar, de la misma manera que cada vez somos más conscientes de los perjuicios del sedentarismo.

Sin embargo, los beneficios de mantenernos activos siguen dando que hablar: un nuevo estudio asegura que las personas que daban más de 7500 pasos antes de practicarse una cirugía, tenían menos riesgos de complicaciones.

Una de las principales conclusiones de la investigación, presentada en el marco del Congreso Clínico del Colegio Americano de Cirujanos (ACS, por sus siglas en inglés), fue que los pacientes que registraron más actividad al caminar antes de la cirugía, independientemente de la complejidad de la operación o su estado de salud, redujeron a la mitad la probabilidad de complicaciones posoperatorias en comparación con los menos activos.

Si se tiene en cuenta lo frecuente que son estos problemas, la información cobra aún más relevancia: según detalla el artículo, las complicaciones posoperatorias ocurren en aproximadamente el 30% de los pacientes, y alrededor de la mitad se manifiestan tras el alta hospitalaria.

Los autores se entusiasman: evalúan que los cirujanos consideren esto al planificar la atención perioperatoria. Foto Shutterstock.Los autores se entusiasman: evalúan que los cirujanos consideren esto al planificar la atención perioperatoria. Foto Shutterstock.

Uno de los autores afirma en este sentido que los dispositivos portátiles que cuentan pasos podrían cumplir un rol relevante.

“Podrían vincularse potencialmente a registros médicos electrónicos y hacer que esos datos sean algo que los cirujanos consideren al planificar la atención perioperatoria de sus pacientes”, propuso Carson Gehl, de la Facultad de Medicina de Wisconsin (en Milwaukee, Estados Unidos) y uno de los autores de la investigación.

“Esto realmente podría llegar a buen término para mejorar los resultados postoperatorios”, destacó.

El estudio

Según sus autores, este es el único estudio a nivel poblacional que explora la asociación entre la actividad física, medida por un dispositivo (en este casoun Fitbit) y las complicaciones postoperatorias a los 90 días.

Se analizaron los datos de salud de 475 personas que participaron en el Programa de Investigación All of Us, patrocinado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) que utilizaron como reloj un dispositivo que contabilizaba sus pasos diarios.

Combinando estos datos con los hallados en los registros médicos electrónicos y con el objetivo de descubrir cómo mejorar potencialmente los resultados quirúrgicos, observaron cuántos pasos registraban los pacientes en un día determinado, lo que se considera un indicador de la actividad física.

“Los datos de aptitud física no se limitaron al período preoperatorio inmediato. La duración de su historial de actividad podría ser de seis meses o varios años antes de la cirugía. Esto refleja más los hábitos crónicos de actividad física que la actividad física en el período preoperatorio inmediato”, aclaró Gehl.

Los participantes se sometieron a una amplia gama de operaciones, incluidas cirugía general, ortopédica y neurocirugía, y tenían una edad promedio de 57 años. Tres de cada cuatro eran mujeres.

Las complicaciones posoperatorias suelen ocurrir en aproximadamente el 30% de los pacientes. Foto Shutterstock.Las complicaciones posoperatorias suelen ocurrir en aproximadamente el 30% de los pacientes. Foto Shutterstock.

Los resultados

Casi el 13% de los participantes del estudio experimentaron una complicación dentro de los 90 días posteriores a la cirugía.

Ahora bien, las probabilidades de experimentar una complicación dentro de los 30 días posteriores a la cirugía se reducían un 45% si los pacientes daban más de 7.500 pasos por día antes de la cirugía.

A su vez, luego de ajustar por variables como comorbilidades, índice de masa corporal, sexo, origen étnico y complejidad de la operación, las probabilidades de experimentar una complicación bajaban un 51%.

“Si encontramos personas que están en alto riesgo usando estas herramientas, podríamos monitorearlas más de cerca siguiendo su procedimiento, porque eso nos permite detectar problemas antes de que se salgan de control”, asegura Gehl.

“Otro objetivo de nuestra investigación es modificar la actividad física en el período preoperatorio y mejorar los resultados posoperatorios”, cerró.

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