Durante una aparición reciente en el podcast El bueno, el malo y el rugbyKate Middleton, princesa de Gales, sorprendió al público. Reveló que su rutina de ejercicios incluye nadar en aguas frías, un ejercicio que incluso a su esposo, el príncipe William, le cuesta entender.
Para comprender el entusiasmo de Kate, es útil observar la ciencia. Según un artículo de Salud pública de Harvard, los baños fríos podrían ofrecer beneficios para la salud mental, además del ejercicio físico. Sin embargo, las opiniones difieren sobre el tema.
La familia en movimiento
Kate Middleton no es la única entusiasta de la natación de la familia. Su hermana Pippa, también aficionada a este deporte, incluso escribió sobre la importancia de nadar durante el embarazo.
Por el contrario, el príncipe William se muestra escéptico. Además, durante la misma entrevista, la princesa también habló de su lado competitivo, algo que ella misma desmintió con humor.
En cuanto a sus hijos, George, Charlotte y Louis parecen heredar el temperamento deportivo de sus padres. Kate indicó que ellos “Prueba diferentes deportes” y que así será “interesante ver cómo evoluciona esto” a lo largo del tiempo.
En este sentido, la familia real sigue mostrando su lado humano y accesible, alejado de los estereotipos de la monarquía. Nos recuerdan así la importancia de la actividad física en el bienestar diario.
En definitiva, nadar en aguas frías parece ser la nueva moda de la princesa Kate, una pasión que divide pero también une a la familia real en torno al concepto de bienestar.
Queda por ver si esta tendencia ganará terreno dentro de la familia o incluso entre el público en general.
Fuente Traducida desde grazia.fr