El 26 de julio de 1952 murió Eva Duarte de Perón. ¿Cómo vivieron los y las peronistas esa pérdida que los unía en una identidad política? Esa es la pregunta que Sandra Gayol, doctora en historia por la École des Hautes Études en Sciences Sociales de París, plantea en Una pérdida eterna (Fondo de Cultura Económica).
Esta investigación se vale de numerosos elementos -testimonios, boletines médicos, mitines de campaña, oficios religiosos, decretos oficiales, discursos políticos, artículos periodísticos, programas radiales, fotografías, cortometrajes y cartas al presidente- para analizar la dimensión emocional en las discusiones ideológicas, en los debates políticos y en las disputas culturales de la época.
Tal como Gayol señala en la introducción a su trabajo, “integrar la dimensión emocional
al análisis del pasado facilita la comprensión de la carga
afectiva necesaria para entrar en contacto y para que arraiguen las ideas políticas al tiempo que permite entender mejor la relevancia de los afectos en la construcción del lazo
social y político”.