“La Lepra ya salió campeooooooooooon”, dice el twitter oficial de Independiente de Rivadavia y evoca un sonido de cancha imparable que llega a todo el país. Es que los mendocinos se impusieron por 2 a 0 sobre Almirante Brown en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba y concretaron una hazaña: después 41 años jugarán en la máxima categoría del fútbol argentino. En un partido que no dejó grandes emociones durante los 90 minutos, en el que ambos equipos se dedicaron a no arriesgar sus líneas de fondo, la Lepra encontró la fórmula de la victoria durante el segundo complemento del tiempo extra. Con goles de Brian Sánchez y Victorio Ramis, el conjunto de Alfredo Berti dio el batacazo y se metió en la historia grande de la institución que preside Daniel Vila.
Los de Isidro Casanova tuvieron buen desempeño durante los primeros 45 minutos, pero no supieron aprovechar ese protagonismo para abrir el marcador. Un poco por definiciones imprecisas y otro gran porcentaje por las intervenciones de Maximiliano Gagliardo, el arquero de Independiente Rivadavia. En la segunda etapa, los mendocinos fueron más verticales en el ataque, pero para romper el cero hubo que esperar al tiempo suplementario. Cuando todo indicaba que los penales iban a ser la instancia decisiva, llegó el primer uppercut de parte la Lepra. Sánchez abrió el marcador y la herida fue irreparable. El conjunto de Darío Franco se desmoralizó y en los pocos minutos que restaban, antes del pitazo final, se arrojó al vacío.
En ese momento, los caudillos del parque capitalizaron el caos de una Fragata que se quedó sin timón y en una contra que partió de un rechazo frontal, la pelota quedó en los pies de Ramis, quien a la carrera dejó atrás al único defensor contrario que intentó perseguirlo y con total frialdad, la picó por encima del arquero de Almirante, Ramiro Martínez. La explosión del banco de los mendocinos, la montaña de jugadores sobre el autor del segundo gol y del otro lado, la decepción y el desconsuelo por verse tan cerca de la conquista de subir a Primera, como les pasó en 1992 ante San Martín de Tucumán.
En esta ocasión, la gloria abraza al conjunto de Mendoza, quienes llegaron acompañados por una multitud de hinchas. Y también, cabe destacar, que pasó lo mismo por parte del equipo de La Matanza. Una caravana de fanáticos viajó hasta Córdoba y desde la tribuna, por momentos hicieron sentir que el partido se estaba disputando en Isidro Casanova. Pero lo cierto, es que en el fútbol lo que da los éxitos no son los desempeños en las tribunas sino los goles y la Lepra primereó. Y ahora, después de un camino largo, donde la incertidumbre se hizo presente, lograron la máxima categoría.
Este ascenso es una consagración histórica para Independiente Rivadavia, aunque el archivo indica que ya tuvieron actuaciones en la elite durante los viejos torneos nacionales. Los antecedentes datan que eso ocurrió desde 1968 hasta 1982, lo que acumula un total de seis competencias –accediendo desde los regionales–, en donde su mejor actuación fue en la última, en el ’82, cuando cayó en cuartos de final ante Ferro Carril Oeste y el equipo de Caballito obtuvo el campeonato.
El conductor del nuevo logro para la Lepra se llama Alfredo Berti –asumió en la fecha 8, en lugar de Ever Demaldé–. Una persona que viene con una historia muy particular. En su época de jugador, compartió prácticas y partidos oficiales con Diego Armando Maradona, en Newell’s de Rosario y en Boca Juniors y además fue campeón con la Lepra rosarina de la mano de Marcelo Bielsa, de quien luego sería ayudante de campo muchos años después, cuando el “Loco” tomara las riendas de la Selección de Chile.
“La gente y la ciudad se lo merece, creo que fuimos los mejores y ahora ya no hay duda. Tenemos un montón de méritos, estuvimos en una zona que tuvimos que ganarle a un rival que no perdió en todo el torneo, que fue Chacarita, que hizo un torneo enorme y le ganamos, salimos primeros en esa zona, el equipo que más goles hizo, la mejor campaña de Independiente Rivadavia de la historia. Tenemos las cuatro patas de la mesa, la gente que está ahí, los dirigentes, que hicieron todo, el cuerpo técnico brillante y los jugadores que dejamos todo”, comentó el arquero Gagliardo, veterano de 40 años que ya contaba con otros dos ascensos: 2019 con Arsenal y en 2021 con Barracas.
Por el lado de Almirante Brown, si bien la desazón de esta derrota va a durar un tiempo, no todo está perdido. Los dirigidos por Franco tienen la chance de alcanzar el objetivo de primera en instancias del reducido. En esta ocasión, deberán enfrentarse a Ferro Carril Oeste, que el sábado pasado le ganó 2 a 0 a Agropecuario y avanzó un casillero más en la lucha por volver a la elite. Los de Casanova deben barajar y dar de nuevo, teniendo en cuenta que todavía están en instancias de ascenso, con la firmeza de un himno que respalda una historia de grandes batallas. Salen a la cancha los bravos muchachos/ Del Almirante prontos a luchar/ Dejando en el césped las fuerzas del alma/ Llevando por lema, respeto al rival/ La hinchada se agita en grito vibrante.