Una fiscalía de Tierra del Fuego pidió que se rechace un pedido de prescripción de la causa planteado por un hombre que en enero del 2000 asesinó a balazos a su pareja embarazada, estuvo detenido un corto tiempo hasta que se fugó y, luego, logró permanecer prófugo durante 22 años.

Se trata de Ramón Ángel Abregú, quien asesinó a su pareja, Eva Azulina Falcón, a quien le disparó en cuatro oportunidades dentro de un consultorio de la clínica Cemep de Río Grande, el 23 de enero de 2000.

El hombre fue detenido y condenado a 20 años de cárcel en septiembre de ese mismo año pero el 15 de febrero de 2001 logró fugarse de un establecimiento penitenciario ubicado en el barrio Margen Sur y, desde entonces, se mantuvo prófugo de la Justicia.

El condenado, que ahora tiene 70 años, se entregó el pasado 17 de octubre ante el Tribunal de Juicio en lo Criminal de Río Grande, y su abogado defensor, Alejandro De la Riva, presentó un escrito en el que solicitó su libertad debido a la “prescripción del caso”.

Sin embargo, el fiscal mayor Martín Bramatti dictaminó en las últimas horas que el cumplimiento de la condena por parte de Abregú quedó interrumpida cuando se fugó en 2001 y que, por lo tanto, debería purgar ahora los años restantes de la pena.

“Hemos dictaminado por la negativa a la prescripción de la pena planteada por el defensor. Para la Fiscalía, la sentencia no estaba firme en el momento de la fuga y, cuando la confirmó el Superior Tribunal, Abregú seguía fugado y nunca pudo tomar conocimiento de esa condena firme”, explicó Bramatti.

Según el fiscal, “durante todo el tiempo que duró su evasión y su estado de prófugo, la prescripción del delito de homicidio previo se fue interrumpiendo. Si bien Bramatti admitió que se trata de una cuestión “muy técnica” y “sujeta a interpretación”, entendió que “ni la acción ni la pena se encuentran prescriptas”.

En otro orden, el representante del Ministerio Público precisó que el delito de la evasión de Abregú de la cárcel de Río Grande tampoco se encuentra prescripto porque “tuvo efecto permanente hasta su detención”, por lo que solicitó que esa causa se “saque de reserva” y se le tome declaración indagatoria al imputado durante noviembre.

Si ello ocurre, y el juez Raúl Sahade lo procesa por la fuga, también podría disponer su prisión preventiva hasta el momento del juicio.

Por otra parte, el fiscal aceptó que, en caso del cumplimiento de la pena por el homicidio o eventualmente por la evasión, Abregú estaría en condiciones de solicitar la prisión domiciliaria, ya que cuenta con más de 70 años actualmente.

Al momento de su juzgamiento, el paradigma judicial no contemplaba la visión de género respecto del homicidio en perjuicio de una mujer mediando una situación de violencia, y tampoco se consideró el agravante por el vínculo entre el victimario y la víctima, por lo que Abregú no fue condenado por “femicidio” sino por “homicidio simple”.

Poco después de la sentencia, el hombre logró escapar de la isla hacia Chile escondido en un camión, a través del Paso Fronterizo San Sebastián, y desde allí reingresó al país para refugiarse en una provincia del norte. 

El asesinato de Eva Falcón produjo una gran conmoción social en Río Grande 20 años atrás. Según las fuentes de la investigación, Abregú estaba provisoriamente separado de su mujer, pero en las semanas previas al crimen se había acercado a ella con la supuesta intención de reconciliarse. El día del hecho, Abregú acudió al domicilio de Falcón y la atacó con un arma calibre 9 milímetros.

La mujer, embarazada de siete meses, logró escapar con una herida y se refugió en la sala de guardia del sanatorio Cemep, donde su agresor la alcanzó y la remató con cuatro disparos más, según se probó en el juicio oral.

Por estos días Abregú permanece detenido, después de haber reingresado a Tierra del Fuego sin documentación personal y de haber ingresado por la puerta principal al tribunal que había ordenado su captura 22 años antes.



Fuente-Página/12