Una nueva encuesta relevada después de la elección del domingo le da una ventaja a Sergio Massa -8 puntos-, que descontados los votos en blanco y los que dicen que no saben a quien van a votar, lo ubican por encima del 50 por ciento. Sin embargo, los indecisos -17 por ciento- siempre son una incógnita. Suelen repartirse bastante en línea con los decididos, pero en las elecciones de la actualidad hay corridas de los últimos días y nada se puede dar por sentado. El sondeo tiene un dato novedoso: el 52 por ciento se manifiesta de acuerdo con la idea de un gobierno de unidad nacional. Los problemas de Milei, las divisiones en la oposición, la ventaja del tigrense el domingo alientan una especie de triunfalismo. En el equipo de Massa no se mueven del diagnóstico: hay un empate técnico y no puede haber nada parecido al triunfalismo en la campaña. 

Los datos surgen del trabajo realizado por la consultora Analogías, que lidera Marina Acosta. En total, se entrevistaron 1.954 ciudadanos, por teléfono, de manera automática. Las respuestas válidas se conforman de acuerdo a una muestra en la que se respetan las proporciones por edad, sexo, nivel educativo, distribución por localidad y también voto anterior. El sondeo se hizo entre lunes, martes y miércoles.

En la encuesta de Analogías, el candidato de Unión por la Patria (UxP) sube de los 37 del domingo a 42, mientras que el postulante de La Libertad Avanza (LLA) también agrega votantes y alcanza el 34 por ciento. En lugar de la diferencia de la elección, 6,7 puntos, en la encuesta la ventaja de Massa es de 8,1.

Como surge de los datos, hay quienes no se inclinaron por ninguno de los dos candidatos. El 5,8 por ciento de los encuestados dicen que votarán en blanco y el 17,5 por ciento afirma que no sabe. Se podría decir que no es un mal número para el tigrense, porque parece evidente que esos indecisos se empezaron a desmarcar del esquema opositor. Al menos dudan.

Como siempre señalan los consultores, hay que tener mucho cuidado con las encuestas hechas pocos días después de una elección. La gente suele sumarse al ganador más que antes: es como el producto más exitoso del momento. En el caso de Milei también tiene lógica que suba porque se nutre del caudal opositor, en algunos casos muy opositor, como es parte del PRO.

En línea con todos los estudios que se vienen haciendo, el voto a Massa es mayoritariamente de mujeres y entre los humildes, el de Milei es de jóvenes y algo por encima los de educación universitaria. Según señala Analogías, por primera vez hay un empate entre los que tienen educación secundaria, que venían siendo más opositores

La directora de Analogías, Marina Acosta analiza:  “Sergio Massa retiene sus votos del domingo, sumando a una tercera parte de los votos de Juan Schiaretti, el 60 por ciento de los de la izquierda y casi un 15 por ciento de los que apoyaron a JxC”. Acosta afirma que hay que tener en cuenta que en los días siguientes a un comicio “hay un alto estado de deliberación”.

Los especialistas en campañas electorales siempre insisten en que un candidato tiene que retener sus votos, pero sobre todo pensar en los votos que no tiene y que debe obtener. Una estrategia es la que exhibió Milei en su acuerdo con Macri: cambió buena parte de los principios con los que se jugó desde el comienzo de la campaña. Además, exhibe desequilibrio, inestabilidad, se muestra poco confiable, con brotes para un lado y para otro. Massa se mueve con otra tranquilidad, centrando todo en gestionar, pese a las enormes dificultades de una economía en situación más que difícil. Por ahora tiene la ventaja de que encabeza una fuerza en la que no aparecen diferencias ni peleas. Todo lo contrario de lo que pasa del otro lado.

En ese marco, el tigrense parece también haber acertado con la propuesta que ya planteó en la campaña: gobierno de unidad nacional. Esto es lo que evaluó Analogías. En un ambiente caldeado, de mucha confrontación, que el 52 por ciento esté de acuerdo con “la conformación de un gobierno de unidad nacional para resolver los problemas de la Argentina” muestra que el lanzamiento de esa idea fue correcto. Todos coinciden en que no puede quedar como una especie de acuerdo de cúpulas o una trama politiquera. Debe quedar claro que lo que pesará es la capacidad. El puntapié inicial de postular a Roberto Lavagna parece también adecuado. Y lo mismo respecto de no manosear más nombres. En este mismo sentido caminó la decisión de Leandro Santoro de bajarse del balotaje en CABA. Evita más confrontaciones, apela a la racionalidad y a que el estado no gaste dinero en una elección sin destino. 



Fuente-Página/12