En una conferencia de prensa de alto voltaje, el radicalismo firmó este miércoles el acta de defunción de Juntos por el Cambio. Durante casi una hora, el presidente de la UCR, Gerardo Morales, y el senador Martín Lousteau se dedicaron a defenestrar frente a los micrófonos a Mauricio Macri y a Patricia Bullrich, a quienes responsabilizaron por la ruptura de la alianza electoral que los unió durante los últimos ocho años. Con términos muy duros, los acusaron de haber fraguado un pacto a sus espaldas con Javier Milei que “viola todos nuestros principios y es peligroso, porque pone en riesgo a la patria”. A Bullrich le espetaron que “dió vergüenza ajena” durante el anuncio de su apoyo al libertario de cara al balotaje. A Macri, lo más dulce que le dijeron fue cobarde: “Es el principal responsable de la derrota, pero se esconde”, se desquitó Morales. Luego de cobrarles todas y cada una de las facturas que les tenían guardadas desde hace meses, les mostraron la puerta de salida: “Mauricio y Patricia tomaron una decisión unilateral, inconsulta. En mi opinión, eso es abandonar Juntos por el Cambio. Los que se van son ellos”, remató Lousteau.
La cúpula del radicalismo se había reunido a primera hora del miércoles para terminar de consensuar el documento a través del cual mostrarían unificado al partido detrás de la posición de neutralidad respecto del balotaje. Ya en la noche del martes se había sellado ese acuerdo en una reunión reducida de los miembros de la convención, del que participaron delegados de los cinco gobernadores boina blanca. A esa misma hora, Bullrich cerraba en casa de Macri los detalles de su acuerdo con Milei. Morales fue irónico al respecto: “Se ve que acordaron muchas cosas anoche”, dijo. A esa hora, reveló el gobernador, se terminó de romper la alianza. “Ni siquiera me llamó por teléfono para avisarme su posición”, agregó, sin filtro. “Es una decisión de una gran irresponsabilidad, irrespetuosa con nuestro partido”, siguió. “Terminamos de consensuar nuestro documento mientras se estaba preparando la conferencia de prensa de Bullrich”, detalló enseguida Lousteau, quien pidió el micrófono para terminar de incinerarla. “Eso habla de su falta de consideración de la coalición, de la que se fueron solos”, concluyó el senador.
Más allá de las formas, en el radicalismo nadie desconocía la posición que tomarían Bullrich y Macri. Algunos dirigentes, incluido en propio Lousteau, intentaron evitar la noche negra del domingo que la excandidata aprovechara el escenario de Parque Norte para anunciar ahí mismo su inclinación por Milei. Que Macri pasaría tras la derrota del coqueteo al apoyo directo hacia libertario tampoco era una novedad para nadie. Pero a fin de cuentas, a muchos dirigentes radicales que esperaban alguna señal para una ruptura definitiva con el expresidente, el anuncio formal les sirvió de pretexto para hacer público lo que ya decían hace meses por lo bajo. “Mauricio debe estar feliz ahora. Primero se dedicó a romper la candidatura de Patricia y ahora está rompiendo Juntos por el Cambio. Siempre quiso jugar para Milei”, lanzó Morales.
Frente a ese panorama, la UCR esperó que Macri diera el primer paso. “Querían que nos vayamos solos antes, hicieron todo lo posible para que seamos nosotros los que saltáramos. Desde las PASO nos vienen agraviando, a nuestros referentes y a nuestras ideas, cuando nosotros fuimos los que pusimos los triunfos en las provincias, algo insólito. Pero finalmente se demostró quién era el que quería romper”, relató a Página/12 un dirigente con terminales en el armado de CABA y Santa Fe. “La coalición ya estaba muerta, pero fue Macri el que le sacó el respirador”, graficabó otra voz con peso en el armado nacional.
Consumado el hecho, lo que resta definir es la ingeniería política de la separación. La forma que tendrá la alianza en su nueva etapa puede tener dos consecuencias a futuro, una en el interbloque de Diputados –donde ya hubo muestras recientes de la libertad de acción de la bancada radical– y otra en la Ciudad de Buenos Aires, donde los gestos del primo del expresidente también apuntan a un posible acuerdo con los libertarios que deje afuera a la UCR. Lo que está claro, según relataba otro dirigente de la estructura nacional, es que “de mínima habrá una dinámica de poder diferente” al interior de la coalición.
En el partido centenario entienden que el escenario, luego de la derrota de Bullrich, los favorece en esa pelea interna. “Mientras el PRO se parte, nosotros nos mostramos más unidos que nunca”, se entusiasman. La apuesta de la UCR pasa, como dijo el propio Morales, por “consolidar el rol de oposición” a lo que descuentan será el próximo gobierno de Sergio Massa. Allí pondrán a jugar sus cinco gobernadores y la “estructura de 400 intendentes en todo el país”, con miras a 2027.
Rápido de reflejos, Lousteau aprovechó la conferencia de prensa para quitarle a Bullrich cualquier representatividad en el presente, pero también a futuro, respecto de la alianza: “Ella dice que habló en representación de los seis millones de votos que obtuvimos, pero ya no es legalmente ni la cabeza de una fórmula, que desde el domingo ya no existe. De hecho yo la voté, pero lo que dijo y lo que hizo no me representa”, disparó. Mas al hueso, Morales dejó una chicana: “Traicionó todos los principios. Con Milei está Luis Barrionuevo, que es la expresión de la corrupción. Se acabó la farsa”, dijo.
Neutrales, pero muy lejos de Milei
“La UCR no apoyará a ninguno de los dos candidatos. Ninguno de los dos garantiza un
futuro de progreso para la Argentina”, dice el documento con la posición del radicalismo sobre del balotaje y que Morales se encargo de leer completo al inicio de la conferencia de prensa. Si bien el posicionamiento partidario es cuidadoso respecto de denotar un apoyo explícito a Sergio Massa, al que catalogan de “tan responsable como Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner
del estado del país”, lo cierto es que el partido centenario está mucho más lejos del libertario que del candidato de Unión por la Patria. El propio Morales describió este miércoles a Milei, directamente, como “un fascista”.
“El extremismo demagógico de Javier Milei se encuentra en las antípodas de nuestro
pensamiento. Su plataforma política y la violencia que se desprende de sus palabras y
gestos, atentando siempre contra la convivencia, no tienen nada que ver con nuestro
partido. Jamás podríamos tener nada que ver con su espacio”, dice de forma rotunda el documento.
Consultado por la convocatoria de Massa a un gobierno de unidad nacional, Morales fue cauto: “Nuestro rol en la unidad nacional va a ser en el Congreso. El voto de la gente nos puso en ese lugar”, aseguró.