El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7 de San Isidro salió sorteado para hacerse cargo del juicio por jurados al que el presunto parricida Martín Del Rio será sometido por el doble homicidio cuádruplemente agravado de sus padres, ocurrido en agosto de 2022 en el partido bonaerense de Vicente López, y dentro de un mes estará cara a cara con la jueza que moderará el debate, en lo que será la primera audiencia preliminar entre las partes.
Fuentes judiciales informaron este miércoles a Télam que luego de que el juez de Garantías 1 de San Isidro, Ricardo Costa, elevara el 24 de agosto último la causa a juicio oral, se hizo el sorteo y el TOC 7 salió designado para el juicio.
Al tratarse de un juicio por jurados -y no uno tradicional con un tribunal colegiado de tres miembros-, también fue sorteado dentro del TOC 7 el magistrado que estará a cargo de dirigirlo y, en este caso, será la jueza María Coelho.
Este tribunal de San Isidro, con Coelho como integrante, tuvo otra resonante causa por un doble parricidio como el de las víctimas José Enrique Del Rio (75) y María Mercedes Alonso (72), que culminó con dos condenados a prisión perpetua, aunque luego a uno de ellos se le redujo la pena.
Se trata del denominado doble parricidio de Pilar, ocurrido el 2 septiembre de 2015, cuando Ricardo Klein (54) y su esposa Miryam Kowalczuck (52) fueron asesinados a tiros por sus propios hijos, descuartizados, incinerados y sus restos desechados en 16 bolsas de basura en un baldío.
Por ese hecho, el TOC 7 condenó a los hermanastros y en ese entonces pareja entre sí, Leandro Acosta y Karen Klein -él era hijo de la mujer y ella del hombre-, a prisión perpetua, aunque luego el Tribunal de Casación ordenó reducirle la pena a la joven porque no la consideró coautora, sino partícipe secundaria y se le fijaron 14 años de cárcel.
Otra coincidencia entre ambas causas es que el parricida Acosta -quien llegó a contarle a su defensa que tras el doble crimen había cometido canibalismo porque se había “comido un pedacito” de su padrastro-, tuvo durante la instrucción a la misma defensora particular que ahora defiende a Del Rio, la penalista Mónica Chirivin.
La audiencia a Del Río
Del Rio enfrentará en este juicio por jurados una imputación que también podría llevarlo a la pena máxima de perpetua -o sea, 50 años de cárcel-, ya que la fiscalía lo considera autor de un “doble homicidio calificado por alevosía, por el vínculo, por criminis causa (matar para lograr la impunidad), y por el uso arma de fuego”.
Los voceros judiciales consultados por Télam indicaron que la jueza Coelho ya fijó para el próximo 28 de noviembre a las 11, la que será la primera audiencia preliminar de este debate que, por elección del imputado y su defensa-, se hará ante un jurado popular.
Esta audiencia preliminar preparatoria será en la sede del TOC 7, ubicada en el edificio judicial de la avenida Centenario 456 de San Isidro, donde será obligatoria la asistencia del imputado Del Rio, que actualmente cumple prisión preventiva en la Unidad 48 de San Martín del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).
Además de la jueza, el acusado y la defensora Chirivin, de la audiencia participarán los tres fiscales de Vicente López que investigaron el doble crimen -Martín Gómez, Alejandro Musso y Marcela Semería-, y los abogados Félix Linfante y Marcelo D’Angelo, que representan como particular damnificado al hijo mayor de las víctimas y hermano del acusado, Diego Del Rio.
“Es una audiencia donde cada una de las partes expone su teoría del caso y en la que la jueza les explicará que, en un juicio por jurados como éste, toda la prueba debe ser incorporada de manera oral, depurada, simplificada y sencilla para que la comprenda cada uno de los miembros del jurado popular que juzgará al imputado”, explicó a Télam una fuente judicial.
El mismo vocero reveló que estas audiencias “pueden ser varias”, que el juicio aún no tiene fecha fijada y que, en función de la cargada agenda que tiene el TOC 7 con otras causas, no se realizará antes del segundo semestre de 2024 o incluso recién en 2025.
El comerciante, abogado y expolicía Del Rio y su esposa Alonso aparecieron asesinados -él de tres balazos y ella de uno en el rostro-, el 25 de agosto de 2022 en el interior de su automóvil Mercedes Benz en el garaje de su mansión de la calle Melo 1101 de Vicente López.
Si bien la empleada fue la primera detenida bajo la sospecha de actuar como “entregadora”, fue liberada por falta de pruebas y el 7 de septiembre de ese año los fiscales detuvieron al hijo menor del matrimonio, Martín, alias “Pato”, como supuesto autor de un doble parricidio.
La investigación
Las claves fueron los videos de cámaras de seguridad, donde el hijo menor de las víctimas fue individualizado como el presunto asesino que, según la fiscalía, entre las 17.33 y las 18.30 del día anterior, 24 de agosto, cometió el doble homicidio ejecutando a sus padres desde el asiento trasero del auto con una pistola calibre 9 milímetros.
Es que Del Rio fue reconocido por varias testigos como el “caminante encapuchado” que se ve desplazarse en distintas imágenes, en dirección al domicilio de las víctimas y luego alejarse del mismo, no solo por su contextura y conformación física sino en especial por su “modo de caminar”, con un defecto en su pierna izquierda que padece de chico, que no le permite seguir una línea recta y que motivó que en su familia lo apoden “Pato”.
Otras pruebas que lo incriminan son el hallazgo en el auto del acusado del control remoto de su padre que abría la puerta del garaje donde fueron hallados los cuerpos y de una bolsa de la inmobiliaria “Remax” idéntica a la que se ve portar al ” encapuchado” en los videos.
A su vez, su teléfono celular quedó prendido y geolocalizado en Núñez pero no tuvo actividad en el lapso de tiempo en el que el caminante va y vuelve desde ese barrio porteño a la casa de las víctimas.
Si bien se pensaba que el arma homicida había sido descartada -como sí sucedió con el DVR con las imágenes de las cámaras de la casa de las víctimas-, la pistola Bersa Mini Thunder 9 milímetros empleada en el doble crimen fue hallada en una caja fuerte de la casa del country San Diego de Moreno donde las víctimas pasaban los fines de semana y que fue secuestrada cuando la inspeccionó la policía.
Para los fiscales, el móvil del doble parricidio fue económico y sobre ello, mencionaron en su requerimiento dos aspectos: por un lado, la frustrada operación inmobiliaria por la cual las víctimas pensaban que ese mismo día iban a mudarse a un lujoso departamento del edificio “Chateau Libertador” del barrio porteño de Núñez, que Del Rio hijo nunca pudo concretar, y por el otro, que iban a descubrir los desmanejos financieros que había tenido en los negocios familiares, ya que él administraba los garajes, propiedades y vehículos de sus padres.