Tres argentinas y tres argentinos de diferentes disciplinas fueron seleccionados por la prestigiosa publicación MIT Technology Review en español, del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés), dentro del listado de los “Innovadores Menores de 35 años Latinoamérica 2023”.
En la categoría Inventores, que distingue a quienes mejoraron el desarrollo farmacológico, utilizaron la tecnología para solucionar problemas cotidianos o crearon productos que combaten la crisis ambiental, fue distinguida la farmacéutica y abogada María Cristina Soraires (33) quien creó la startup Plamic que utiliza nanotecnología para mejorar los tratamientos farmacológicos.
“La joven aspira a mejorar las alternativas terapéuticas que existen, facilitar la producción de nanomedicina y romper el cuello de botella actual en la manufactura de medicamentos desarrollados con nanotecnología”, indicó la publicación como fundamento de su elección.
En tanto que Soraires explicó que “a través de la microfluídica, la ciencia que estudia el movimiento de pequeñas cantidades de líquidos por canales muy estrechos, lo que hacemos es optimizar el proceso de fabricación, reducir costos y asegurar la reproducibilidad del método; de esta forma, más pacientes podrán acceder a tratamientos personalizados y específicos para enfermedades complejas como el cáncer y las enfermedades autoinmunes.
En esta categoría también fue reconocida María Paz Álvarez (28), graduada en Relaciones Internacionales, quien desarrolló una empresa biotecnológica que busca aumentar la tolerancia a la sequía de los cultivos para afrontar la crisis climática.
El primer producto de su empresa Zavia Bio, es Z-Active, un líquido que se basa en moléculas naturales de las propias plantas potenciadas con biotecnología que se aplican en las hojas y favorece la adaptación a condiciones de falta de agua.
“Reducimos las pérdidas de cosechas en un contexto de sequía; es una herramienta para aumentar la producción y los ingresos de los agricultores en condiciones de crisis climática”, explicó Álvarez y añadió que se trata de una “alternativa sostenible a agroquímicos que son nocivos con el medio ambiente”.
Otras vías que investigan en Zavio Bio son los bioherbicidas que afrontan la resistencia de las malezas con sustancias biodegradables y también están desarrollando proteínas que mejoran la conservación de la cosecha y que mejoran el sistema de defensa de las plantas frente a los patógenos.
El tercer reconocido, también en la categoría Inventores, fue Ricky Cassini (28) quien produce colorantes alimentarios naturales a partir de hongos con mejores características que sus alternativas basadas en petróleo con su empresa Michroma.
“La clave de la innovación de Cassini radica en usar hongos y técnicas de edición genética para obtener nuevas sustancias. El joven ha creado biofactorías fúngicas para producir ingredientes naturales gracias al proceso natural conocido como fermentación para sustituir los aditivos alimentarios con productos naturales con mejores propiedades, más estables, menos costosas y más sostenibles”, según la publicación.
Por su parte, Daniela Teplitzki (25), fue reconocida en la categoría de Visionarios, que distingue a quienes realizan innovaciones tecnológicas “capaces de ir un paso más allá en sectores como salud, gestión de residuos o transporte.
En su empresa Kresko RNAtech, Teplitzki identifica ácidos ribonucleicos (ARN) bioactivos presentes en los alimentos y los ofrece a los consumidores en forma de suplemento alimenticio.
El primer producto desarrollado fue un suplemento basado en el ARN regulador presente en la leche materna que combate la falta de sueño y es un sustituto natural de la melatonina.
“Utiliza ácidos nucleicos de leche de vaca, que son los mismos en la leche materna y puede aumentar la serotonina, reducir la respuesta al estrés y tiene efectos positivos en la salud intestinal”, explicó la emprendedora.
El quinto reconocimiento fue para Alejandro Bisi (33) en la categoría Pioneros -que distingue a quienes detectan un problema y buscan cómo resolverlo- por sus desarrollos tecnológicos que permitieron dar mayor independencia a personas con discapacidad motora a través de bipedestadores motorizados, dispositivos que permiten conseguir la posición vertical.
La empresa dispone de una planta en Argentina que produce bipedestadores para la infancia, la adolescencia y la edad adulta, con y sin motor. También ha creado bipedestadores que se pueden transformar en cama y kits para motorizar sillas de ruedas. Actualmente comercializa sus productos en Argentina y está en proceso de homologarlos en México y Estados Unidos.
Por último, y en la misma categoría, fue reconocido Marcos Bruno (28) quien desarrolló una startup que usa big data e inteligencia artificial para que las organizaciones sean más eficientes.
“Con la inteligencia artificial y la analítica de datos es más fácil que nunca implantar soluciones tecnológicas y mejorar el rendimiento de la mayor cantidad de organizaciones posibles”, concluyó el joven ingeniero.