El tribunal no creyó en el deseo de Isabelle Adjani de comparecer en su juicio por fraude fiscal y blanqueo de dinero. Por tanto, su solicitud de remisión fue rechazada el jueves por el tribunal penal de París, que decidió juzgar el caso en su ausencia. Esta noche se solicitaron dieciocho meses de prisión suspendida contra la artista, acusada de haber ocultado una donación de préstamo en 2013 y de haberse domiciliado ficticiamente en Portugal en 2016 y 2017, algo que ella impugna enérgicamente.
Al inicio de la audiencia, su defensa solicitó un aplazamiento del juicio, argumentando que Isabelle Adjani, actualmente en Estados Unidos, padece “una patología aguda incompatible con volar”. “Esto no es un rechazo a la complacencia”, argumentó Olivier Pardo, basándose en un certificado médico. “Ella quiere explicarse, quiere estar ahí”.
Un testigo ausente
Los abogados también justificaron su solicitud por la imposibilidad de Mamadou Diagna NDiaye de venir a declarar. “Es un testigo imprescindible, porque es el prestamista del préstamo en discusión”, dijeron. La Fiscalía Nacional Financiera (PNF) se opuso a esta solicitud, juzgando el certificado médico “no detallado”. “Creo que hoy hay motivos para creer que ella no se puso voluntariamente en condiciones de venir”, declaró el fiscal, añadiendo que el testimonio de Mamadou Diagna N’Diaye ya “fue recogido durante la investigación”.
Después de media hora de deliberación, el tribunal rechazó esta solicitud, considerando “que no estaba suficientemente demostrado que la señora Adjani realmente tuviera la intención de estar presente”. El presidente recordó que la citación ante el tribunal databa de junio y que la defensa había aportado una reserva de avión de regreso tomada el 16 de octubre para “un vuelo que llegó esta mañana a las 11 de la mañana”, es decir, sólo dos horas y media antes del juicio.
Domiciliación ficticia
La actriz y cantante, de 68 años, es sospechosa de haber hecho pasar por préstamo una donación de 2 millones de euros, lo que le habría permitido evadir 1,2 millones de euros en impuestos de transferencias. Esta suma le fue transferida por Mamadou Diagna NDiaye, influyente empresario senegalés, presidente del Comité Olímpico y Deportivo Nacional de Senegal y miembro del Comité Olímpico Internacional.
La actriz afirma que es amigo, padrino de su hijo, y que el préstamo quedó debidamente registrado ante las autoridades fiscales. También se le acusa de haberse domiciliado ficticiamente en Portugal, evadiendo así 236.000 euros del impuesto sobre la renta, y de haber transferido la suma de 119.000 euros a través de una “cuenta bancaria estadounidense no declarada”. Sobre estos dos puntos impugna también cualquier infracción.