Miras las imágenes del corto y las del backstage, y lo sientes, lo intuyes. Hay electricidad, una energía particular del encuentro que reunió a Martin Scorsese y Timothée Chalamet en el mismo plató, la del nuevo comercial. azul por Chanel.
el director de Conductor de taxi Este es su segundo comercial dedicado a esta fragancia (en el primero, en 2010, le puso nombre). el actor de Duna con estas imágenes inaugura su primera experiencia como testimonio de belleza y moda, que le ofrece un perfume al que parece pertenecer íntimamente. Bleu, de hecho, está diseñado con una energía noble, diseñado específicamente para describir una masculinidad que tiene su fuerza en la determinación de ser fiel a uno mismo sin dejarse influenciar por los estereotipos, “viste” a un hombre que no quiere parecerse a nadie. aparte de uno mismo.
Ambos neoyorquinos, nunca los habíamos visto juntos, y es mágico. En los cortes detrás de escena del proyecto. [visionabili qui sotto], los observas trabajando duro con entusiasmo mutuo. El de Timothée Chalamet explica en parte la electricidad antes mencionada: está emocionado porque tiene la oportunidad de interactuar con uno de los Grandes, y lo hace como un chico neoyorquino en un set de Scorsese en Nueva York, su ciudad, que el director capturó su esencia más profunda y auténtica. Por su parte, el Maestro tiene una bonhomía casi paternal cuando, como si hablara de la vida cotidiana de su actor, cuenta cómo la pista del anuncio va al corazón del mensaje de esta particular campaña de Chanel.
Bleu siempre ha sido una invitación a encontrarse a uno mismo, a revelar la propia autenticidad. La historia en vídeo que caracteriza su comunicación está contenida desde 2010 en el conflicto entre la celebridad, con los deberes del éxito, y la necesidad de permanecer fiel al propio talento, al arte. En su primera edición, el anuncio, protagonizado por el fallecido Gaspard Ulliel, vio a su protagonista abandonar impulsivamente una agresiva conferencia de prensa, rompiendo literalmente la caja (de clichés) en la que estaba atrapado. La celebridad actual, sin embargo, señala Martin Scorsese desde detrás del escenario, es más omnipresente y llevada a los extremos. El conflicto con la verdad artística, agudizado, quería una historia más acorde con la actualidad.
En el nuevo anuncio Chalamet no se limita a salir de la caja: se casa con el azul, elige su propia verdad, que también implica lo desconocido, y se sumerge en ella con entusiasmo. Una decisión que madura inmerso en una jornada hiperrealista muy de celebridad en la que lo ve todo en blanco y negro, excepto cuando se siente triste, lo ve en momentos de autenticidad y bienestar real, los de alineación con su verdadero yo. Al final nos lanzamos a ello, confiados.
El anuncio es una joya, otra obra maestra de Scorsese, que comenta la gratificación que le proporcionan estos cortos: «Encontrar imágenes fuertes para contar una historia de 30 segundos es una de las cosas más difíciles de hacer». ¡Pero qué satisfacción!
Cómo elegirte, sé fiel, sumérgete en el azul de un perfume que se parece a ti.