Los factores psicosociales como el estrés, ansiedad y depresión, pero también factores de riesgo emergentes y ligados al género, como el bajo nivel educativo, la violencia, la contaminación ambiental y el bajo nivel socioeconómico, impactan con mayor prevalencia en la mujer y afectan su salud cardiovascular, por lo que expertos de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) recomiendan incluirlos en la consulta e historia clínica.
Este es uno de los temas sobre los que debatirán los especialistas convocados en el 49° Congreso Argentino de Cardiología organizado por la SAC, que se realizará en el predio de La Rural, en la ciudad de Buenos Aires, desde el sábado 21 de octubre.
“Resulta importante visibilizar la presencia de factores de riesgo ligados al sexo y al género en los aspectos psicosociales”Alejandra Ávalos Oddi, médica cardióloga
Se necesita de mucha difusión y resulta importante visibilizar la presencia de factores de riesgo ligados al sexo y al género en los aspectos psicosociales, que impactan en la salud cardiovascular, ya que no se encuentran dentro del abordaje habitual durante el interrogatorio en la práctica médica del especialista en cardiología”, señaló a Télam la médica cardióloga Alejandra Ávalos Oddi, quien está a cargo de la apertura de las mesas redondas y talleres del Consejo de Aspectos Psicosociales de la SAC, y es titular de esa área.
Si bien existen factores de riesgo tradicionales compartidos entre varones y diversidades; como hipertensión arterial, dislipemias, diabetes, tabaquismo, la obesidad, sedentarismo, también se suman los ligados al sexo propios de la mujer, como la menarca y menopausia precoz, complicaciones en el embarazo como la diabetes e hipertensión gestacional, parto prematuro e insuficiencia ovárica u ovario poliquístico.
“Pero tenemos que sumar los factores de riesgo ligados al género, que son más prevalentes en la mujer; hablamos de la violencia de género, el bajo nivel educativo, socioeconómico, los psico sociales: como la angustia, la ansiedad, depresión, estrés, ira, aislamiento, hostilidad”, explicó Ávalos, quien también es miembro del área Corazón y Mujer de la SAC.
El impacto de la vida laboral
Según explicó la especialista, hay factores que son “más prevalentes en la mujer por una cuestión biológica ligada al sexo, primeramente, debido a la presencia de receptores estrogénicos en el área prefrontal y temporal (del cerebro) y en el sistema límbico, lo que determina que la mujer tenga un cerebro más empático, el cual está regido por observaciones, la comunicación y las emociones; por eso, todos los fenómenos psico-sociales y emocionales, tienen un impacto mayor”.
Y agregó: “Frente a un estresor, la activación de la amígdala y la respuesta del eje hipotálamo-hipofisario-suprarrenal, con la consecuente respuesta neuro humoral, inflamatoria e inmunológica es más poderosa en la mujer que en el varón“.
Las cuestiones vinculadas al género, influyen en mayor medida en la salud cardiovascular de la mujer
“A este realidad biológica debemos sumar cuestiones vinculadas al género, que influyen en la salud cardiovascular de la mujer, existiendo una desigualdad oculta dada por la dimensión cognitiva del trabajo doméstico, los roles heterodesignados y el multitasking que representan un fenómeno de género que sobrecarga a la mujer generando mayor estrés, ansiedad y diferentes trastornos del ánimo que finalmente afectan su salud, incluyendo la cardiovascular”, indicó a Télam la médica respecto de las posibilidades a contemplar en las consultas cardiológicas, desde donde se puede solicitar derivación al servicio de salud mental.
Una encuesta a cargo de la SAC, “Burnout (estrés crónico en el ámbito laboral) de especialistas de cardiología”, que se presentará también este jueves a las 16.30 en el salón Saavedra Lamas, de La Rural, como parte de la mesa redonda del Consejo de Aspectos Psico Sociales, brinda un panorama de esta situación.
Recomendaciones
Respecto a cómo abordar en el consultorio y visibilizar estos factores de riesgo en la salud cardiovascular que afectan más al género femenino, Ávalos refirió as recomendaciones de la Sociedad Interamericana de Cardiología.
“Se plantea una historia de género específica, incorporar la historia gineco-obstétrica, factores psico-sociales, educativos, socioeconómicos, exposición a violencia familiar o doméstica, su nivel de ansiedad, que son determinantes y desafíos emergentes que necesitan ser investigados, reconocidos, jerarquizados y tratados, ya que el abordaje de los mismos contribuye positivamente a la salud cardiovascular”, concluyó.
Se trata de un estudio realizado sobre una muestra de 780 especialistas de casi tres mil especialidades de diferentes sociedades científicas tales como pediatría, cardiología, gineco-obstetricia, nefrología, clínica médica, entre otros.
“Este estudio muestra el impacto de los altos niveles de estrés crónico vinculado al ámbito laboral con repercusión no solo en la salud y calidad de vida de los médicos, sino también en la calidad de atención de los pacientes”, explicó la profesional que estuvo a cargo de la encuesta junto con la médica Yanina Castillo Costa.
Tres de cada cuatro cardiólogos padece este síntoma, “y muchos dijeron que no se sentían agotados, o sea, no percibían su nivel de estrés”
Entre el 78% y el 88% de los encuestados, demostraron síntomas de burnout “con un mayor porcentaje en mujeres, menores de 40 años y con menos de 10 años de ejercicio profesional, debido al pluri trabajo, mala paga, sobrecarga horaria, con muchas guardias y baja recompensa“, especificó Ávalos.
Con la cabeza quemada
El burnout representa un nivel de estrés que sobrepasa los mecanismos para afrontarlo, es crónico e impacta en la emocionalidad, en lo cognitivo y en lo físico.