La joven sueca Greta Thunberg y otros cinco militantes ecologistas fueron detenidos en Londres durante una manifestación que realizaban frente a un hotel donde se lleva a cabo una conferencia en la que representantes de varias empresas analizan nuevas inversiones en hidrocarburos.
Por la mañana, Thunberg había criticado que “detrás de estas puertas cerradas” varios “políticos sin talla concluyen acuerdos y compromisos con gente del lobby del destructivo sector de los combustibles fósiles”.
La movilización fue organizada por la ONG ecologista Fossil Free London y minutos después de ser iniciada, la policía londinense confirmó la detención de cinco manifestantes acusados de “haber obstruido” la vía pública.
Más tarde detuvieron a Thunberg, quien también se encontraba junto a centenares de manifestantes bloqueando todas las entradas del hotel donde se organiza la conferencia Energy Intelligence Forum.
Según los testigos, la militante ecologista fue subida a un furgón para detenidos y llevada a una sede policial que aún no se dio a conocer.
En tanto, quienes participaban de la protestas desplegaron pancartas. Una de ellas decía “Los pesos pesados del petróleo deben pagar”, y era llevada por militantes de la ONG de defensa del ambiente Greenpeace, que habían escalado la fachada del hotel donde se desarrolla la reunión.
“Tengo seis nietos. Tengo pesadillas pensando en el futuro que tendrán”, señaló Dora Marden, una londinense jubilada de 75 años.
Según Fossil Free London, “la gran mayoría” de los beneficios récord registrados el año pasado por las empresas del sector “es directamente reinvertida en la expansión de las energías fósiles, y no en la energía verde que afirman pretender apoyar”.
Los militantes denunciaron también el hecho de que el presidente de la COP28, conferencia anual de las Naciones Unidas (ONU) sobre el clima, prevista del 30 de noviembre al 12 de diciembre en Dubai, sea el patrón de la compañía petrolera de Emiratos Árabes Unidos, Sultan al-Jaber.