El empresario Daniel Noboa alcanzó la presidencia en segunda vuelta levantando la bandera de la seguridad como la principal necesidad de Ecuador. “Tenemos que tener mano dura si queremos salvar a este país de esta inseguridad”, sostuvo el mandatario electo, quien propuso el funcionamiento de un sistema de “cárceles barcaza” como forma de aislar a los presos más violentos y cortarles cualquier vínculo con bandas criminales.
Las cárceles penitenciarias prometidas por Noboa tendrían capacidad para “300 o 400 reos” y se ubicarían “en aguas ecuatorianas”, a 130 kilómetros de tierra firme, detalló el entonces candidato a fines de agosto. Noboa explicó a medios extranjeros que dichas instalaciones contarían con “la asistencia de las fuerzas armadas, que van a estar protegiéndolas”.
“Tenemos un problema que es el tiempo. Construir una cárcel toma mucho tiempo, por lo menos dos años hacerla. En cambio, arreglar correctamente las que tenemos y sumarlas a un sistema de cárceles barcazas puede ayudar al aislamiento de los criminales más violentos”, detalló Noboa en declaraciones al canal de televisión Ecuavisa.
Según los cálculos del mandatario electo, el alquiler de las barcazas carcelarias tendría un costo de 8 millones de dólares anuales cada una y se obtendrían bajo contratos de 8 o 10 años. “En este momento el Ecuador no tiene el dinero. Tenemos que esperar a generar otros ingresos para comprar una barcaza”, advirtió Noboa.
Frente a los cuestionamientos de la prensa, Noboa indicó que se trataría de barcos seguros y blindados. “No creo que sean susceptibles a los ataques de piratas, van a tener igual asistencia de las Fuerzas Armadas que van a protegerlos”, planteó el hijo del magnate Álvaro Noboa. La propuesta forma parte de un plan de seguridad que incluye la segmentación de la población carcelaria por niveles de peligrosidad.
Ecuador vive una fuerte ola de violencia que se manifestó durante la campaña pero que fue más allá del proceso electoral, con bandas que se disputan territorios, secuestros, extorsiones y hasta repetidas masacres carcelarias. El año pasado Ecuador alcanzó un récord de 26 homicidios cada 100 mil habitantes, casi el doble de 2021, y para este año se estima que la tasa suba hasta 40.
Noboa aterrizó de sorpresa en la segunda vuelta de Ecuador una semana después del asesinato del candidato Fernando Villavicencio, quien marchaba segundo en los sondeos. Lo apoyaron fuerzas de derecha que piden mano dura contra las organizaciones criminales, aunque insiste en presentarse como un “empresario con corazón” y un “socialdemócrata moderado”.
Con una breve participación en política (apenas dos años como asambleísta), Noboa alcanzó el 52 por ciento de los votos en los comicios del domingo. La correísta Luisa González se quedó con el 48 por ciento de los votos.