El canciller Santiago Cafiero destacó este martes el trabajo humanitario que realiza Cascos Blancos y destacó que se trata de “un buen ejemplo de lo que se puede hacer desde el Estado”, al encabezar un acto por la presentación del libro “Cascos Blancos. Historia, presente y desafíos de la solidaridad internacional argentina” que recopila 30 años de trabajo del organismo.
“En tiempos en los que se ve que las acciones del Estado pueden ser reemplazables por el mercado, Cascos Blancos es un buen ejemplo de lo que se puede hacer desde el Estado”, señaló el canciller en el acto que se hizo en el Salón Libertador del Palacio San Martín, donde estuvo acompañado por la Presidenta de la Agencia Argentina de Cooperación Internacional y Asistencia Humanitaria-Cascos Blancos (Aciah), Sabina Frederic.
Cafiero destacó que “la creación de la agencia en 2022 permitió fortalecer una política pública que ha sido muy exitosa por las misiones humanitarias, por el reconocimiento internacional, pero sobre todo por el vínculo entre las y los argentinos y la tarea inmediata de acción solidaria que se hace en el resto del mundo”.
Asimismo, valoró el trabajo de Cascos Blancos y ponderó la creación de la Agencia Argentina de Cooperación Internacional y Asistencia Humanitaria-Cascos Blancos como una “modalidad para fortalecer una política de Estado”.
Durante la presentación, Cafiero remarcó como acción de gobierno la creación de la Aciah, “que es el futuro de Cascos Blancos, demostrando que varias décadas después se puede fortalecer una política de Estado que fue exitosa, por las misiones y también por el reconocimiento internacional”, pero “sobre todo porque ha sido un vínculo muy honesto y transparente entre argentinos y argentinas y la tarea inmediata de intervención solidaria en el mundo”.
“Argentina es un país amistoso, que cree en el diálogo y la palabra para resolver conflictos y rechaza el uso de la fuerza”, sostuvo el canciller.
Dijo que “no tenemos hard power, sino que el soft power de la Argentina son sus científicos y científicas que nos enorgullecen, son argentinos y argentinas que logran estar en ámbitos multilaterales de relieve y ejercen su rol con gran profesionalismo”, y “están los Cascos Blancos, que se han constituido como un pilar fundamental de la política exterior argentina, porque han perdurado como política de Estado a pesar de los vaivenes políticos y electorales, y es por su prestigio”.
En ese contexto, señaló que “en el mundo nadie duda de su convicción, de su dedicación, de su profesionalismo y de su transparencia”.
El canciller presentó el libro “Cascos Blancos. Historia, presente y desafíos de la solidaridad internacional argentina”, que contiene el trabajo de 30 años del organismo especializado en la atención de las emergencias, la gestión integral del riesgo de desastres y la contribución al desarrollo sostenible de nuestro país a nivel internacional.
Durante el acto, también estuvieron presentes el viceministro de Relaciones Exteriores, Pablo Tetamanti; la Coordinadora de la ONU en Argentina, Claudia Mojica; el periodista Pedro Brieger; el subsecretario de Asuntos de América Latina, Gabriel Fuks, la subsecretaria de Asuntos Nacionales, Marina Cardelli, y la vicepresidenta del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Nacira Belén Muñoz.
La titular actual de la Aciah, por su parte, señaló que “hace dos años, cuando empezó nuestra gestión, comenzamos a ordenar mucha información dispersa que permitió poner en valor lo que este organismo es y representa para la Argentina, con una repercusión y un valor internacional que todos sabíamos que tenía”.
“Por eso trabajamos en este libro que refleja una política de Estado, y que a pesar de los diferentes gobiernos, la labor de Cascos Blancos se ha sostenido y ha convertido a este organismo en una marca país”, afirmó Frederic.
Mojica, por su parte, aseguró que “uno de los propósitos de las Naciones Unidas, plasmada en su carta fundacional, es lograr la cooperación internacional en la solución de problemas económicos, sociales o humanitarios” y dijo que “en la actualidad, los desafíos a gran escala que afectan a nuestro planeta reafirman que esta acción humanitaria es fundamental para abordar las necesidades de las personas afectadas, todas áreas en que se ha hecho presente Cascos Blancos, que es el símbolo”.
Brieger, en tanto, enfatizó los términos “solidaridad, como valor argentino agregado, y el voluntariado, porque muchos nos quieren hacer creer que la gente sólo se mueve por plata, algo que va en contra de la esencia humana” y dijo que “la historia de la humanidad tiene que ver con la solidaridad, con ayudarnos”.
La Cancillería informó en un comunicado que, con el apoyo permanente de un Cuerpo de Voluntarios, la Comisión Cascos Blancos desarrolló a lo largo de 30 años más de 400 misiones internacionales de asistencia humanitaria en más de 80 países de los cinco continentes, para lo cual ha desplazado voluntarios y enviado insumos humanitarios, “posicionando a la República Argentina como referente de prestigio en la materia y convirtiendo a la ayuda humanitaria en una política de Estado”.
De esta forma, desde su creación en 1994 hasta la actualidad Cascos Blancos se ha transformado en herramienta importante de la política exterior argentina en su vínculo con el mundo, y en la promoción de los valores que guían las relaciones del país con la comunidad internacional.
Desde su creación, esta iniciativa argentina, pionera en el mundo, tuvo el reconocimiento de las Asambleas Generales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de la Organización de los Estados Americanos (OEA), mediante Resoluciones adoptadas por consenso, aval multilateral que se ha venido renovando cada tres años, desde 1994.