Si la inteligencia artificial preocupa a los actores activos que temen por sus puestos de trabajo, también puede sustituir a los que ya no están en este mundo, lo que plantea un problema ético adicional. La hija de Robin Williams, Zelda, experimentó esto cuando una inteligencia artificial intentó reproducir la voz de su padre, fallecido en 2014.

Una tecnología “perturbadora” cuyo uso desenfrenado denunció. “No soy una voz imparcial en la lucha del SAG contra la IA”, dijo la actriz en Historia Instagram sobre la huelga de actores sindicales contra los grandes estudios. “He sido testigo durante AÑOS de muchas personas que quieren entrenar a estos modelos para crear/reproducir actores que no pueden dar su consentimiento, como papá. No es teórico, es muy, muy real”, añadió la que ya ha sufrido mucho por los mensajes recibidos en las redes sociales en relación a su padre.

Consentimiento y respeto

Según ella, surgen dos problemas. La primera, obvia, es personal. “He oído que la IA hace que su ‘voz’ diga lo que la gente quiere, y aunque personalmente lo encuentro inquietante, las ramificaciones van mucho más allá de mis propios sentimientos”, explicó.

Se plantea entonces un segundo problema, esta vez de carácter social, que se relaciona con las recientes reivindicaciones de los sindicatos de actores y con la huelga que azota a Hollywood desde hace muchos meses. “Los actores vivos merecen la oportunidad de crear personajes con sus propias elecciones, cantar dibujos animados, poner su esfuerzo y tiempo HUMANO en la búsqueda de la interpretación”, continúa.

Para Zelda Williams, las reproducciones generadas por IA “son, en el mejor de los casos, una pálida copia de personas más importantes y, en el peor, un horrible monstruo de Frankenstein”, resultado de “los peores fallos de esta industria, en lugar de lo que debería representar en el pasado”. es lo mejor”.

No es la única que ha protestado contra el uso de la inteligencia artificial. También este fin de semana, Tom Hanks tuvo que desmentir un anuncio viral de un seguro dental en el que aparecía su imagen, generada mediante tecnología deepfake, y su voz.

Si el sindicato de guionistas WGA llegó a un acuerdo de principio con la AMPTP el 27 de septiembre, el sindicato de actores SAG-AFTRA reanudará las negociaciones con los estudios, en particular en lo que respecta a los servicios para videojuegos.

Robin Williams, que padecía demencia con cuerpos de Lewy, acabó con su vida a los 63 años. Dejó a otros dos hijos, Zachary, que ahora tiene 37 años, y Cody, de 40.



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