El Diccionario de la Real Academia Española define esta expresión como “arreglar una cosa estropeando otra”. Por lo que el Centro Virtual Cervantes interpreta que la idea clave de este refrán es la inutilidad. “Y sí, es al cohete”, concluiría un rioplatense. El concepto queda claro. ¿Pero por qué santos?
O sea: arreglar una cosa estropeando otra, según define el Diccionario de la Real Academia Española. Pero la siempre respetable María Moliner, en su Diccionario de Uso del Español, es más precisa en la definición que propone: Desnudar a un santo para vestir a otro es “quitar una cosa a alguien o de algún sitio donde todavía hace falta para darla a otra persona o ponerla en otro sitio”… ¡Y sí! Es más: entrás a rascar el refrán y ves que también te está hablando de reincidir en un defecto, intentar en vano de cambiar, simular cambiar sin producirse el cambio, en fin…
¡Muy pertinente esa pregunta! La expresión inglesa de este refrán es: “To rob Peter to pay Paul” (“Robarle a Pedro para pagarle a Pablo”). Se conoció a fines del siglo XIV. Esa, más otras expresiones latinas semejantes que se referían a San Pedro y a San Pablo hacen pensar que, efectivamente, son esos apóstoles los santos vestidos/desvestidos a los que alude este refrán de problemas que se desplazan pero no se resuelven…
Working Language, inglés práctico para la oficina moderna, se pregunta: ¿Cómo pretenden financiar los nuevos programas sociales si siguen desnudando a un santo para vestir a otro para equilibrar el presupuesto cada año?… ¿Será que sobran santos o faltan vestimentas?…
La portorriqueña Damaris Pérez-Pizarro, en su cuenta Pregón Latino, coincide en que este refrán se usa para indicar la poca utilidad que tiene quitar algo de un sitio o quitarle algo a alguien para ponerlo o usarlo allí donde hace menos falta… Pero a ella le resultó de mucha utilidad practicarlo… Resulta que de niña, ella vivía con su madre soltera y dos hermanos, eran muy pobres. Un día llegó la factura de la luz -50 pesos-, justo el día en que Damaris estaba atacada de un fuerte dolor de muelas… ¿Y cuánto salía la extracción dental más barata? ¡50 pesos! Entonces la madre le dio permiso a su hermano mayor para que utilizara ese dinero en el dentista, la luz podía esperar… “Lo maravilloso de esta expresión es que a mí me libró de un malísimo dolor de muelas”, cuenta Damaris… Por otras exigencias, Sergio Denis pide “Desnuda tu alma, déjame llegar”, ¿le habrá hecho caso Ella?
Desnudar a un santo para vestir a otro
El Diccionario de la Real Academia Española define esta expresión como “arreglar una cosa estropeando otra”. Por lo que el Centro Virtual Cervantes interpreta que la idea clave de este refrán es la inutilidad. “Y sí, es al cohete”, concluiría un rioplatense. El concepto queda claro. ¿Pero por qué santos?
O sea: arreglar una cosa estropeando otra, según define el Diccionario de la Real Academia Española. Pero la siempre respetable María Moliner, en su Diccionario de Uso del Español, es más precisa en la definición que propone: Desnudar a un santo para vestir a otro es “quitar una cosa a alguien o de algún sitio donde todavía hace falta para darla a otra persona o ponerla en otro sitio”… ¡Y sí! Es más: entrás a rascar el refrán y ves que también te está hablando de reincidir en un defecto, intentar en vano de cambiar, simular cambiar sin producirse el cambio, en fin… ¡Muy pertinente esa pregunta! La expresión inglesa de este refrán es: “To rob Peter to pay Paul” (“Robarle a Pedro para pagarle a Pablo”). Se conoció a fines del siglo XIV. Esa, más otras expresiones latinas semejantes que se referían a San Pedro y a San Pablo hacen pensar que, efectivamente, son esos apóstoles los santos vestidos/desvestidos a los que alude este refrán de problemas que se desplazan pero no se resuelven… Working Language, inglés práctico para la oficina moderna, se pregunta: ¿Cómo pretenden financiar los nuevos programas sociales si siguen desnudando a un santo para vestir a otro para equilibrar el presupuesto cada año?… ¿Será que sobran santos o faltan vestimentas?…
La portorriqueña Damaris Pérez-Pizarro, en su cuenta Pregón Latino, coincide en que este refrán se usa para indicar la poca utilidad que tiene quitar algo de un sitio o quitarle algo a alguien para ponerlo o usarlo allí donde hace menos falta… Pero a ella le resultó de mucha utilidad practicarlo… Resulta que de niña, ella vivía con su madre soltera y dos hermanos, eran muy pobres. Un día llegó la factura de la luz -50 pesos-, justo el día en que Damaris estaba atacada de un fuerte dolor de muelas… ¿Y cuánto salía la extracción dental más barata? ¡50 pesos! Entonces la madre le dio permiso a su hermano mayor para que utilizara ese dinero en el dentista, la luz podía esperar… “Lo maravilloso de esta expresión es que a mí me libró de un malísimo dolor de muelas”, cuenta Damaris… Por otras exigencias, Sergio Denis pide “Desnuda tu alma, déjame llegar”, ¿le habrá hecho caso Ella?